miércoles, marzo 19, 2025
InicioColaboracionesEdward Cooper y el castillo de Guadamur

Edward Cooper y el castillo de Guadamur

Aureliano Sáinz

De entrada, tengo que apuntar que no conozco al pequeño pueblo de Guadamur, de 1.782 habitantes, que está aproximadamente en el centro de la provincia de Toledo. Pero inmediatamente voy a contar las razones por las que en esta ocasión hable de su castillo y de la relación que con él tuvo el historiador británico Edward Cooper.

El motivo hay que buscarlo en un reciente mensaje, recibido en el correo que tengo en la Universidad de Córdoba, que venía firmado por DM. Desconocía esas iniciales, pero como en el asunto ponía “Dr. Edward Cooper”, imaginé que tendría alguna relación con este amigo fallecido a principios de agosto de 2023. Lo abro sin tener muy claro a qué viene referido.

En el texto, tras el saludo habitual, se presenta el remitente David M., arquitecto de 44 años, natural de Guadamur, provincia de Toledo, residente en Mozambique desde hace 12 años. A continuación, me dice:

El Dr. Edward Cooper estuvo en mi pueblo hace muchos años, como consultor en las obras de restauración. Estoy escribiendo un libro donde, entre otras cosas, aparecen algunas historias del castillo, del Dr. Cooper, etc.

Desgraciadamente, no llegué a conocer al profesor Edward Cooper. Vivo desde hace más de 12 años en Mozambique. Me he puesto a indagar sobre él en internet, he adquirido sus libros, y así he llegado al libro que usted escribió sobre el castillo de Alburquerque. Lo recibí ayer y aún no lo he leído, pero no tardaré en ponerme con él.

Estoy interesado en “conocer” mucho más en el profesor Cooper y es por ese motivo por el que me decidí a escribirle a usted, pues me parece que lo trató bastante y fueron amigos.

Puesto que era domingo, y estaba libre de otras actividades, me puse a responderle pronto, no sin antes consultar y obtener información acerca del castillo de Guadamur. Le expliqué cómo llegué (llegamos) a conocer a Edward Cooper; la magnífica relación que manteníamos con él los miembros de Adepa; el aprecio que el propio historiador tenía por Alburquerque y su castillo; las numerosas veces que se acercó al pueblo; su sentido de humor británico, etc.

También le indiqué -como pronto pudo comprobar- que dentro del libro Vida y muerte de don Álvaro de Luna escribí un capítulo dedicado a él, al tiempo que le adjunté el enlace del artículo La obra del hispanista Edward Cooper que apareció en Azagala digital y Andalucía Digital, en el que yo describía todos los libros que había publicado en español.

Cerré mi respuesta indicándole que podía contar conmigo en todo aquello que yo pudiera ofrecerle, por lo que espero volver a tener contacto con mi remitente.

En esa tarde dominical estuve trayendo a la memoria los momentos compartidos con este amigo ya ausente. Y la verdad es que no recuerdo que en las charlas que mantuvimos me indicara que había asesorado la reforma de este castillo residencial. O pudiera ser que me lo dijera y yo no hubiera retenido el nombre de este pueblo, dado que, al ser el historiador que mejor conoce las fortalezas de nuestro país, este trabajo estuviera entre los muchos que llevó a cabo en su larga trayectoria.

La curiosidad pudo conmigo, por lo que de manera inmediata acudí al segundo volumen de Castillos de España, inmensa obra que fue coordinada por el historiador británico en la que aparecen referenciados todos los castillos de nuestro país.

Efectivamente, en la parte destinada a la Comunidad de Castilla-La Mancha, y dentro de la provincia de Toledo, apareció el castillo de Guadamur, al que se le dedica nada menos que cuatro páginas (fotografías incluidas), lo que nos explica su relevancia como obra bien conservada tras su restauración.

Solamente quisiera aportar algunos datos de este castillo. Se construyo a mediados del siglo XV, en unas fechas cercanas a 1453, año de la ejecución de don Álvaro de Luna en Valladolid. Es un castillo de carácter residencial, aunque bien protegido por unas sólidas murallas y el foso que lo rodea. Perteneció a la Casa de Osuna, posteriormente, a los duques de Uceda. En el siglo XIX fue incendiado y saqueado por las tropas francesas.

Quedó en manos de los vecinos, a quienes se lo compra el conde de Asalto. En la Guerra Civil de nuevo fue saqueado. Finalmente, el marqués de Campoó lo restaura y lo amuebla con el asesoramiento de Edward Cooper. En la actualidad, aun siendo propiedad particular es visitable por quienes se acercan a Guadamur.

No quisiera cerrar este escrito sin recordar la enorme acogida que el profesor Cooper tuvo en las comunidades de Castilla y León y la de Castilla-La Mancha. Queda ya en un triste recuerdo la que le dio quien fuera el funesto alcalde que lo menospreció sin haberlo recibido en ningún momento. Sin embargo, el cariño y afecto que le profesamos queda patente en esta fotografía colectiva que Adepa realizó en su homenaje unos años antes de que la pandemia llegara a nuestro país.

Visitas: 68

RELATED ARTICLES

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Most Popular

Recent Comments

Marcelo Poyato en ¿Dónde está Alburquerque?
Marcelo Poyato Garcia en Alburquerque se suicida