Aureliano Sáinz
El pasado miércoles vinieron a visitarnos desde Suiza a Córdoba mi sobrina Maribel y sus dos hijos: Julian y Severin. Fue un día de disfrute, dado el carácter agradable de los tres. Y aunque parezca un tanto extraño que dos adolescentes puedan viajar en días escolares, lo cierto es que en Suiza las vacaciones, con la misma cantidad de días que aquí en España, las tienen repartidas a lo largo del año, pues dado el clima frío de ese país es posible hacerlo y no concentrar gran parte del tiempo en el verano, tal como acontece con nosotros.
Maribel conoce bien Alburquerque, ya que lo visitó en varias ocasiones con sus padres, de ahí que entendiera perfectamente la campaña que hemos iniciado con el fin de que el Castillo de Luna sea restaurado y acondicionado, tal como se merece.
Yo les tenía reservada la pequeña sorpresa de regalarles a cada uno de ellos una de las camisetas que había encargado para esta reivindicación que estamos llevando. De ahí que les propusiera que nos hiciéramos juntos una fotografía en la azotea, de modo que se entendiera que también en Suiza se conocerá esta campaña.
El día estaba nublado. A pesar de ello, la luz filtrada por las nubes nos llegaba a los rostros provocando pequeños picores, por lo que teníamos que entornarlos para que no nos molestara. De todos modos, ahí estamos los cuatro juntos, como imagen que anticipa la que será la que logremos el día 18 de este mes en La Alameda junto al Caballero Medieval.
Y nada más adecuado para este escrito que titularlo como “54 camisetas”, puesto que es finalmente la cifra que he encargado en la empresa de Córdoba especializada en impresión en tejidos.
Así pues, seremos 51 los que podremos portarlas en ese día. Bien es cierto que, dentro de la diversidad de tallas (desde la más pequeña hasta la más grande) se encuentra la S, es decir, la de niños de corta edad. Entiendo que esta talla ha sido encargada para críos que podrán recibirlas como regalos y portarlas con todo el orgullo de saber que están defendiendo el Castillo de Alburquerque.
Quiero cerrar este breve escrito indicando que ha habido un grupo rezagado de ocho que la ha solicitado días después de la fecha indicada. No obstante, no hay ningún problema, pues al acercarme a la empresa me han indicado que las incorporan a la petición anterior. De este modo, con gran satisfacción, en la concentración seremos muchos los que portaremos el logotipo en el que aparece el Castillo y el lema que ya se ha popularizado entre nosotros.
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