Javier Carvajal
Al abordar este pequeño ensayo, lo que en principio se me viene a la cabeza es el riquísimo y variado patrimonio que Alburquerque posee, pero del que sin embargo apenas se habla, en este caso las pinturas del risco de San Blas cuya importancia trasciende en muchas ocasiones nuestras fronteras y sin embargo nosotros apenas sabemos poner en el lugar que merecen.
Sobre las pinturas se ha hablado mucho y desde muy antiguo, haciendo hincapié, en la mayoría de los casos, en cuestiones meramente descriptivas e intentando agregar alguna noción interpretativa. Obviando todo lo ya escrito vamos a aportar una pequeña hipótesis sobre el porqué de nuestras pinturas. Pues bien, antes de todo, al hablar de arte esquemático o pintura esquemática hay que recalcar que el hecho de esquematizar algo no es un hecho que implique incapacidad para representar algo conforme a la realidad de donde toma el modelo sino todo lo contrario, esquematizar es un proceso cognitivo complejo que conlleva mucho tiempo de prueba error para lograr con apenas unos gestos transmitir un hecho de nuestra realidad que sea comprensible por todo aquel que lo contemple. A partir de ahí en los paneles representado sobre las paredes del risco lo que a simple vista observamos son grupos humanos sin aparente actividad y hago hincapié en lo de sin aparente actividad pues en más de una ocasión se ha querido ver actividad cinegética y es evidente que el artista si hubiera deseado mostrar una cacería lo hubiera hecho de modo evidente a nuestros ojos y buen ejemplo de ello lo tenemos en los Abrigos de Valltorta en el Levante español donde se ve perfectamente la disposición de los cazadores y sus víctimas. Y aunque el arte Levantino dista en estilo y en antigüedad del arte de nuestras pinturas podemos llegar a la conclusión de que si hubieran deseado mostrar una escena de caza nosotros hubiéramos sido claros testigos.
A partir de ahí, partiremos del momento en que las pinturas se ejecutan y aunque el espectro temporal es muy amplio, desde momentos neolíticos hasta los conatos de los primeros desarrollos metalúrgicos, las sociedades protagonistas serán eminentemente pastoriles con un tímido desarrollo de la agricultura. Los grupos humanos, sobre todo en nuestra zona son de pequeño tamaño lo cual implica llevar a cabo de manera temporal una actividad que a continuación explicamos y que en buena medida puede ser el hecho plasmado en los paneles pétreos del Risco. Si observamos la pinturas, lo que a simple vista se ve es un conjunto de pequeños grupos humanos, algunos con cabezas de ganado, agrupados de manera en apariencia aleatoria pero todos muy cerca unos de otros. Estos grupos pueden sugerir el siguiente hecho, la reunión cada cierto tiempo de los distintos grupos que poblaban la zona con una finalidad, la del intercambio de población entre ellos para así evitar la endogamia o empobrecimiento genético del grupo, con lo cual se evitarían malformaciones físicas y enfermedades congénitas. La segunda cuestión sería el por qué se elige el risco para plasmar ese hecho por los distintos grupos, pues bien, cuando accedemos al risco y tras observar las pinturas si nos giramos lo que vemos es un vasto paisaje hoy en día antropizado pero que en su momento estaría dominado por los bosques de encina y matorral. Precisamente ese paisaje es el motivo de las pinturas en su lugar, pues en el Risco queda plasmada la existencia de varios grupos humanos los cuales se consideran pertenecientes al paisaje que desde él se contempla. El concepto de territorialidad tal como hoy en día lo conocemos no existía en aquellos momentos. La tierra no era una posesión, el hombre formaba parte de la tierra y participaba de sus beneficios. El hombre formaba parte del paisaje y qué mejor manera de dejar constancia de ello que en un panel de pinturas desde un mirador que domina visualmente el espacio donde viven. Por decirlo de alguna manera, las pinturas del Risco son un documento gráfico dejado con toda la intención para el que las viera supiera quienes vivían en nuestra comarca.
Todas las fotos son cedidas por Eduardo Maya. Técnico en Turismo
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