REDACCIÓN AZAGALA
El primer viaje de la nueva temporada de la campaña “Conocer Portugal de la mano de Moisés Cayetano” tuvo como destinos Evoramonte y Évora, donde nuestro guía de lujo volvió a deleitar a la expedición con amenas explicaciones sobre el patrimonio y la historia, sin dejar atrás las anécdotas, de cada uno de los lugares en los que invitó a centrar nuestras miradas.
La excursión, organizada por el Colectivo Cultural Tres Castillos, fue muy aprovechada, tanto que al último lugar contemplado, el enorme acueducto de Évora, solo llegaron 11 de los 34 expedicionarios; el resto se quedó por el camino descansando después de una jornada intensa.
La visita en Evoramonte se centró, en palabras de Moisés Cayetano, en “una fortificación perfecta, triangular, mandada a construir por el rey D. Dinis, después de que Geraldo Sempavor (especie de Cid Campeador del primer rey de Portugal, Afonso Henriques) conquistara la villa a los moros”.
“La pequeña villa dispone de una calle -la rua Direita- y sendos callejones laterales que van a dar al campo interior del recinto, donde hay, a un lado, olivos y pastos; al otro, pequeñas huertas familiares”, explica Moisés. De esta forma, en caso de asedio, con las ovejas que allí pueden recogerse, con los frutos hortícolas y de la siembra, sus enormes aljibes y la seguridad del enorme castillo, la población podría aguantarse una prolongada temporada”.
Ya en Évora, que desde 1986 ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad por su Casco Histórico, el recorrido de la comitiva fue largo e intenso, sin dejar un momento de contemplar maravillas arquitectónicas pormenorizadamente diseccionadas en las explicaciones del guía. Todo es “un modelo de armonía constructiva, respeto por el medio urbano, buen gusto y cuidado colectivo”, señaló.
Entre otros monumentos se visitó el templo romano del s. II, de capiteles corintios, probablemente consagrado a Diana; la catedral gótica, la mayor de Portugal, que presenta en su exterior dos poderosas torres con remates cónicos, y en su interior tres naves que son un compendio de estilos, desde el románico tardío al barroco, y su cúpula octogonal sobre trompas es una de las más bellas del país; las iglesias de San Francisco y Nuestra Señora de Gracia, ambas espectaculares, etc.
En el próximo número de la edición impresa escribiremos con más detalle lo que aprendimos de la mano de Moisés Cayetano y que nos servirá para hacer comparaciones, aunque estas sean muchas veces odiosas.
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