Aureliano Sáinz
¿Recuerdas lo que aconteció en el 2013? ¿Hubo un hecho especial de aquella fecha que asome a tu mente, considerando que por entonces teníamos doce años menos? Y de Alburquerque, ¿hay algo que recuerdes especialmente de aquel año?
Lo más probable es que tengamos que acudir a algo externo para poder situarnos en el tiempo pasado, dado que nuestro cerebro no es un ordenador con Inteligencia Artificial (IA) que nos aporte inmediatamente y con total seguridad lo que vamos dejando tras de nosotros. Incluso, pienso, que esto no sería conveniente, dado que nos sería muy difícil mirar hacia adelante, razón de ser de la esperanza, si cargáramos con una mochila tan pesada en la que cupieran todos los hechos acontecidos, ya que también asomarían las tristezas que inevitablemente nos acompañan en el largo caminar por la vida.
Para ayudarnos, por ejemplo, están las fotografías que guardamos en álbumes que nos sirven para actualizar recuerdos. Esa función también la cumplen los ejemplares de Azagala que son una auténtica mina de informaciones para quienes los hemos ido siguiendo y guardando.
Digo esto, porque tras la magnífica portada del número de enero de 2013, en la que aparecen los hermosos rostros de tres niños, entro y muy pronto tropiezo con una información que dice: “El Gobierno regional salva Contempopránea, que se celebrará en Alburquerque y Badajoz”, acompañándose de una fotografía en la que aparecen dos cargos regionales -Fragoso y Monago- junto a Agustín Fuentes, promotor del festival.
Pero los avatares de Contempopránea han sido recogidos recientemente por José Manuel Leal en la entrevista -publicada en tres entregas en la edición digital de Azagala- que le realizó a Agustín Fuentes, quien hace balance de la trayectoria de CPOP y de lo que ha significado este emblemático festival.
En la misma página del n.º 51 aparece una columna que lleva por título: “Vadillo habla de ‘traición’”. Leamos algunos fragmentos de lo que se dice en ella:
Ángel Vadillo dice haber “degustado el sabor podrido y amargo de la traición” al enterarse por los medios de comunicación de la rueda de prensa de Contempopránea… El primer edil tilda a Fuentes de “egoísta” y dice que si este quiere hacer otro festival en Badajoz le parece bien, pero Contempopránea se debe hacer siempre en nuestro pueblo… El alcalde local asegura que con esta decisión se le “abre un nuevo frente” y desea “fuerzas para enfrentarlo”.
Quizás, aquel singular edil olvidara que Contempopránea estaba patrocinado y gestionado por una empresa privada y que como tal había que considerarla. Pero, bueno, la vida sigue y nada mejor que mirarla con la ilusión, la imaginación y el entusiasmo tal como se recoge en la portada de febrero, otra de las grandes imágenes que Azagala ha registrado de los carnavales en Alburquerque.
Y todo ello, sabiendo que hay momentos teñidos de tristeza, especialmente, cuando fallece algunos de los habituales colaboradores. Esto es lo que plasmó Julián Cano con su escrito “Nos dejó Victorio Román Centeno”, nuestro colaborador más veterano.

En portada, otra vez, el Gévora, vigilado desde lo lejos por el Castillo de Luna. Como cíclicamente acontece, se nos muestra rebosante de agua por las abundantes lluvias que se habían recogido a lo largo de los últimos meses.
En sus páginas, como es habitual aparecían sus habituales colaboradores. Y, claro está, entre los más veteranos, la memoria y la añoranza de las tempranas experiencias que tanto nos marcaban se muestran en sus artículos. Es lo que Juan Díaz Rivero, a quien siempre recordaremos, expresa en “Viajar a cualquier parte”:
Uno de los recursos particulares para viajar por entonces a Badajoz eran los hermanos Paco y Jorge, a través de sus asiduos desplazamientos a la ciudad pacense para adquirir el pescado que después vendían en sus establecimientos del pueblo…
También, cómo no, la Villa Adentro era motivo para que apareciera en la portada de nuestra revista. No olvidemos que los orígenes de Alburquerque hay que encontrarlos en esas abigarradas casas que, pendiente abajo, se encontraban rodeadas de las originales murallas que configuraron su protección a partir del siglo XIV.
Y si hablamos de historia, no podemos olvidar a otro colaborador: Benigno Sáinz (mi hermano), quien, ocupando un par de páginas, nos entregaba investigaciones originales relacionadas con Alburquerque y Extremadura. En esta ocasión, acompañándose de sus propias ilustraciones, comenzaba con la primera entrega de “Las Extremaduras de América”.

Espléndida fotografía tomada en un momento del Festival Medieval. Contemplándola, me viene a la mente que en algunas ocasiones he indicado que para presentar el Festival bastaba con alguna de las múltiples instantáneas que se registran a lo largo del mismo.
En este número 57, se recogen de modo especial el sexto encuentro anual de la revista Azagala y un extenso reportaje del Festival Medieval. También una entrevista a Emilio Martín, quien fuera alcalde promotor de esta magnífica idea. El encabezado de la entrevista es una frase del propio Emilio: “Han tratado de enterrar la historia real del Festival Medieval haciendo desaparecer el primer año: 1994”.
El número 58 de Azagala correspondía a los meses de septiembre y octubre. Una capciosa pregunta: ¿Quién no conoce la Torre del Homenaje del Castillo de Luna? Que nadie de Alburquerque se moleste; pero es que la lucha contra la “famosa” hospedería continuaba y era necesario recordarla trayendo a la portada su torre más emblemática.

Tres gatos negros, solazándose en una calle de la Villa Adentro, sin que nada les perturbe. ¿Hay, acaso, imagen que exprese con mayor nitidez la tranquilidad y el sosiego que se respira en el entorno?
Excelente artículo, “Niños robados”, de Esteban Gil, en el que habla del Patronato de Protección a la Mujer, que fue creado por el régimen de Franco y que estaba presidido por su mujer Carmen Polo. Sobre este terrible patronato se ha investigado muy poco, ya que, reconvertido en 1986, se destruyeron bastantes documentos. A pesar de ello, en la actualidad hay investigadoras universitarias que están penetrando en esta siniestra red.
Cerramos 2013 con el número 60 de la revista. La autora de la portada, M.ª Luisa Pocostales, intentó articular la belleza de las flores tomando como fondo nuestra fortaleza.
Sin embargo, la editorial lleva por título “El castillo se nos cae a trozos”, al tiempo que, en su interior, Eugenio López Cano realiza un informe, a dos páginas, con numerosas fotografías en las que aparecen todos los graves deterioros del Castillo de Luna.
Es triste que más de una década después tengamos que seguir denunciando el deplorable estado de la mejor fortaleza medieval extremeña de la época cristiana, ahora con el lema: “S.O.S. ¡SALVEMOS EL CASTILLO DE LUNA!”
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