EUGENIO LÓPEZ CANO
DE LOS ANIMALES. Para ahuyentar a las culebras, y por lo general las cosas de mal agüero, se dice «lagarto, lagarto» * Para que alguien quedara libre de la solitaria, se le hacía colgar boca abajo con un plato de aceite a la altura de los ojos, en la creencia de que el animal saldría para comer * Las gallinas que cantan como gallos, el canto de la lechuza y el aullido del perro, son presagios de muerte («Madre, un perro aulla trah la puerta; / anteh de que venga’l’alba / yo ya’htoy muerta«) * Una cruz con dos hojas de zarza, colocada en la huella del animal, sirve como remedio para las heridas infectadas de las vacas * Un alacrán introducido en el campanillo que cuelga, taponado a su vez con un corcho, se usa para curar la rija en el ganado vacuno .
Entre niños, para que a un perro le cueste cagar, se unen los dedos meñiques, al tiempo que se dice: «San Pedro que no cagu’el perro; / San Juan que no cague máh» * Una herradura entre los huevos de la gallina que los incuba, se utiliza para que en los días de tormenta no se atormenten, y salgan felizmente los polluelos * Frite de gusanos blancos, conocidos por galllina ciega (se encuentran en el estiércol húmedo), para cicatrizar la herida de los cerdos castrados * La camisa (la piel, una vez mudada) de una serpiente, colocada en el interior del sombrero, para los dolores de cabeza * Los versos de San Antonio («El peligro se retira / y loh pobreh van remediando…»), rezados durante la noche, para cuando el ganado se extravía y se quiere que aparezca sano y salvo (válido sólo hasta la salida del sol). Se creía que con este rezo se les enchavellaba (por enchavetaba) la boca a los lobos, impidiendo comérselo.
DE LAS PLANTAS. «Si en la casa se tiene la planta del dinero» (?), la riqueza llamará a su puerta * Da mala suerte tener en casa tréboles, pensamientos, pasionarias, hortensias, corre-corre… * Una cruz en el tronco del mesto (vegetal mestizo de alcornoque y encina), para curar la hernia * La hoja del laurel en un plato de comida, augura un próximo viaje * Una corona de hojas de parra colocada en la cabeza, para los hechizados * La misma, pero de laurel, para los desequilibrados mentales * Una cruz de mesto, prendida al cuello, para el dolor de muelas * Un collar de rama de torvisco, para el cerdo que se traga un alacrán.
DE LA LLUVIA. Soñar con toros, o colocarse una prenda de vestir al revés, o la aparición de hormigas con alas, o el baño de un pájaro, o el pregón de cacharreros y paragüeros, son presagios de lluvia * Dícese lo mismo de la grulla («Vuelo de grulla, agua segura«): si pía mucho, lloverá en abundancia; si su dirección es hacia el castillo de Alburquerque (al oeste), llueve seguro, y si regresa, descampa (por escampa) * La obscuridad de la luna es señal de lluvia, y por el contrario, cuando la misma lleva cerco, escampa («El serco del sol le moja’l culo al pahtó, y el de la luna se lo’njuga«) * Entre los niños, en los días de densos nubarrones negros, para conseguir que lloviera se cantaba: «Que llueva, que llueva, / la Virgen de la Cueva, / loh pajaritoh cantan, / lah nubeh se levantan, / que sí, que no, / ¡qué caiga un chaparrón!«.
DE LAS TORMENTAS. En el Sábado Santo, cuando en la Vigilia Pascual se bendecía el cirio, si se llevaba en la mano una vela, ésta servía después para los días de tormenta y para los enfermos muy graves * Si no se tuviera, servía una simple vela envuelta con papel rojo, mientras se recita sin parar, hasta que se pase la tormenta, la siguiente oración: «Santa Bárbara bendita, / en el sielo hay una’rmita / con papeleh coloraoh, / que se retire la tormenta / pa otro lao (también: que se vaya la tormenta / pa’l otro lao), / y que no l’haga daño / a ningún crihtiano» (Nota: se incluyen los dos versos últimos, respecto al trabajo anterior, ya publicado).
La angélica se recogía en vísperas de la Asunción, y se guardaba en bolsitas en forma de corazón, juntamente con espliego y romero. El día de la Ascensión, cuando se bendecían los campos, se pasaban por las Santas Reliquias -procesión existente ya en el siglo XIII-. Era costumbre arrojar un poquito de la bolsa en el brasero o en la lumbre para ahuyentar las tormentas * Durante la tormenta hay que permanecer con los pies en alto, sin tocar hierro y sin estar descalzo * Si se tienen armas en la casa, deben colocarse boca abajo; si hay espejos, darles la vuelta; las tinajas han de estar destapadas… * No colocarse frente a una puerta * Una herradura entre los huevos de la gallina que los incuba, para que no se atormenten, y puedan salir los polluelos * Refrán: «Luna nueva y con troná, trenta díah d’inverná«.
PORTADA: Foto de la Diputación de Badajoz, en una finca de Alburquerque.
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