Aureliano Sáinz
Uno de los temas que actualmente preocupan tanto a padres como a docentes es el uso temprano de los móviles por parte de los niños. Ello se debe a que las investigaciones llevadas a cabo concluyen en que puede llegarse a una verdadera adicción, al tiempo que su uso continuo supone una pérdida de la capacidad de atención y concentración, a lo que se suma el nerviosismo y la irritabilidad si no tienen a su lado un móvil.
La situación es tan alarmante que muchas Comunidades Autónomas han decidido que no puedan usarse en las aulas. Pero el problema no acaba ahí, de modo que los miembros que de la Asociación de Familiares de Alumnos del CEIP López Diéguez de Córdoba ha decido colectivamente no comprarles ninguno a sus hijos hasta que cumplan los 16 años.
Esta inédita decisión ha sido motivo para que en diferentes medios se haya informado de este hecho. Por mi parte, me ha parecido interesante entrevistar a sus miembros colectivamente para abrir un debate para que nos expliquen esta toma de postura. Y aunque sea un centro educativo de Córdoba, creo que también tiene relevancia que sea conocida en otros lugares, caso de Extremadura, ya que es un problema muy extendido.
Si os parece, podríamos comenzar la entrevista de modo que me indicarais la importancia que tiene en la actualidad para los padres el uso de los móviles por parte de sus hijos que se encuentran en Primaria o en Secundaria.
Para nosotros es de vital importancia que nuestros hijos e hijas, que son las personas que más nos importan, se desarrollen en plenitud. Esto solo puede suceder, siguiendo los diferentes estudios y artículos de expertos sobre la materia, si se logra retrasar el acceso a las pantallas en edades tempranas. Por otro lado, el comité de Juventud e Infancia presentó al Ministerio 107 medidas para crear entornos digitales seguros, de modo que muchas de nuestras reivindicaciones se basan en ese documento.
Hay autores, caso de Marta Peirano en su libro El enemigo conoce el sistema, que nos advierten acerca de que las grandes compañías ya conocen las formas de adicción que generan los smartphones,especialmente en las primeras edades. ¿Habéis debatido o comentado los problemas que los distintos autores expresan?
Si, lo hemos comentado colectivamente. También, curiosamente, cómo los grandes magnates de la tecnología y de las redes sociales, que saben perfectamente las características y el funcionamiento de sus creaciones, mantienen a sus hijos sin acceso a las pantallas durante su desarrollo. Como bien dice Marta Peirano en su libro: “la red no es libre, ni abierta, ni democrática y está claro que el enemigo conoce el sistema, pero nosotros no”.
Creemos importante que las familias tomen conciencia del adecuado uso de esta tecnología y la problemática que supone el acceso en edades tempranas. Así, hemos podido comprobar que, en otras comunidades como en el País Vasco, retrasar el acceso a los smartphones está teniendo efectos muy positivos en la adolescencia. Tras debatir toda esta información, decidimos ponerla en práctica desde nuestra AFA (Asociación de Familiares de Alumnos).
Puesto que es una decisión que habéis tomada colectivamente, me gustaría saber de quién surgió la idea, cómo la llegasteis a debatir, las dificultades que habéis encontrado y si hay algunos miembros que no se han sumado a esta iniciativa.
La idea nació en una reunión de la junta directiva. En ella, pensamos que era un tema importante como para ser tratado en nuestra sociedad educativa. De este modo, decidimos trasladar el contenido informativo y unas listas de apoyo al pacto por los grupos del colegio. Dejamos una semana de tiempo durante la cual se produjeron muchas adhesiones a las listas de clase. Hay que indicar que otras personas no estaban convencidas del todo, por lo que se reflexionó y se debatió mucho en los grupos de familias de nuestro colegio.
Tras esa intensa semana, nos dimos cuenta de la dimensión del problema. Una vez acordada una postura colectiva, fue enviada a un periódico local que lo publicó en portada, generando un gran impacto al día siguiente.
Puesto que en la Comunidad Andaluza [tampoco en la Comunidad Extremeña] está prohibido el uso de los móviles en las aulas de Primaria y, solo en casos de actividades en las que fueran necesarios, también en Secundaria, ¿qué sentido tiene que las familias de manera colectiva se comprometan que hasta los 16 años no se les compren los móviles?
Las familias vemos lo que sucede a nuestro alrededor en la sociedad y es desolador. La adicción es tremenda. Niños y niñas con móvil desde muy temprana edad, en los carritos, andando por la calle, en las plazas, en los parques, etc. Para nosotros es muy importante crear una fuerza colectiva que pueda amortiguar la gran presión social de no tener móvil. Si conseguimos que nuestros hijos o hijas realicen el tránsito a Secundaria, de forma que la mayoría del grupo de la clase, o al menos una parte, no tenga móvil, estaremos nivelando poco a poco la balanza a nuestro favor.
Me imagino que esta es una postura muy difícil de mantener a lo largo del tiempo, por lo que me pregunto si se cumplirá este compromiso o se corre el riesgo de que algunas familias cedan ante la petición constante de los hijos, dada la fuerte presión social que se ejerce sobre ellos.
Efectivamente, la presión social es tremenda, por ello somos muchas familias las que nos apoyamos y nos reforzamos cada día y en cada momento, sabiendo que hacemos lo mejor para nuestros hijos. También tenemos en cuenta que existirán momentos de debilidad en los que alguna familia, aun conociendo las consecuencias, voluntariamente compre un móvil y no pase nada. A fin de cuentas, cada familia es libre de hacer lo que quiera. Desde la AFA planteamos este pacto simbólico como una unión de familias dispuestas a nadar a contracorriente el tiempo que podamos.
Por estas fechas, Orange está llevando a cabo una fuerte campaña para que se les compre a los hijos e hijas los móviles. ¿La conocéis? ¿Habéis analizado las estrategias persuasivas que utiliza esta compañía?
No conocemos esta campaña en concreto; pero, lógicamente, una empresa de smartphones tratará de tener ganancias a toda costa, sin importarle las consecuencias que puedan ocasionar en los menores.
Cierro la entrevista con la sensación de que es una magnífica iniciativa, aunque imaginando que como padres y madres os habéis marcado un reto bastante difícil de llevar con el paso del tiempo, dada la enorme presión social y del entorno que se ejerce en las nuevas generaciones. ¿No os parece?
Es cierto. Sin embargo, somos conscientes de la repercusión que está teniendo nuestro pacto de familias, por lo que ahora es el momento propicio de unir lazos y compartir experiencias con otras AMPAS o diferentes asociaciones con la esperanza de aunar fuerzas.
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