REDACCIÓN ALBURQUERQUE
Víctor Madera, el empresario que compró el castillo de Azagala para convertirlo en hotel de lujo, será el pregonero de las fiestas patronales de Alburquerque. Se trata de un espaldarazo a la nueva corporación municipal presidida por Manuel Gutiérrez, quien contactó con este médico multimillonario para plantearle que diera el pregón y Madera no lo dudó un instante. Mostró así un firme compromiso con Alburquerque, lo que es una extraordinaria noticia, porque sus inversiones en nuestro pueblo relanzarán la economía, dado que sus proyectos aquí generarán un buen número de puestos de trabajo, atraerán a un turismo de alto poder adquisitivo y Víctor Madera piensa adquirir muchos de sus productos en empresas alburquerqueñas.
Tal y como publicamos en exclusiva en el número 110 de la revista AZAGALA, Víctor Madera Nuñez quien comenzó las gestiones para comprar el castillo de Azagala en el año 2019, es un multimillonario que protagonizó la mayor operación financiera de la historia del negocio hospitalario privado en España: la venta de Quirón Salud, de la que era consejero delegado, a la alemana Fresenius por 5.760 millones de euros. A cambio, Madera recibió 6,1 millones de acciones de Fresenius, valoradas hoy en unos 400 millones de euros.
Convertido en accionista y en uno de los 100 hombres más ricos según la lista que cada año elabora El Mundo, este asturiano completa su fortuna con múltiples propiedades inmobiliarias repartidas por toda la geografía española. Edificios en difícil estado de conservación que se encarga de restaurar junto a varios socios entre los que figura su esposa, María Obdulia Fernández, apasionada del arte como él.
Madera está invirtiendo buena parte de su capital en comprar joyas patrimoniales olvidadas a las que quiere devolver su brillo de antaño, como ahora, afortunadamente, el castillo de Azagala, abandonado a su suerte y en estado ruinoso. Esa hermosa fortaleza alburquerqueña, ubicada en un lugar privilegiado, se convertiría en uno los establecimientos hoteleros más espectaculares de España.
Pero, como también adelantamos en la revista AZAGALA, Víctor Madera está empeñado en adquirir otros edificios del casco urbano de Alburquerque para rehabilitarlos y convertirlos en hoteles, uno de ellos que le encantó fue el convento de San Francisco. Recientemente hizo una visita guiada al castillo de Luna, con el técnico municipal de turismo, Eduardo Maya, como guía y tuvo la ocasión de intercambiar impresiones con éste sobre sus proyectos y las posibilidades turísticas de Alburquerque.
Tanto Gutiérrez, como el concejal delegado de turismo, Jesús Martín, están empeñados en relanzar el turismo, a pesar de las limitaciones por la ruina en que está el ayuntamiento, por eso necesitan iniciativas que no solo no supongan un coste para las arcas municipales, sino que generen ingresos en las mismas y en Alburquerque en general. El hecho de que Víctor Madera dé el pregón de las fiestas es, sin duda, un refuerzo a la gestión del gobierno local.
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