ELÍSABETH GARCÍA ROMÁN
Sueños de retorno. Madrid, 1948
De regreso provisional a España, había empezado a dar a conocer a un personaje nuevo, Mila, la hermana pequeña de Celia, y estaba resultando muy ameno y del gusto del director de la revista Semana. Asimismo, la venta de libros mejoró con su llegada a España y Encarna recibía cartas deliciosas pidiéndole que hiciera intervenir a los viejos personajes que todos conocían y querían.
Una señora iba a poner una tienda de muñecas con Celia y Cuchifritín para lo que tenía que patentarlos y de lo que cobraría ella una parte. Se iban a dar audiciones de radio y ya le habían hablado para hacer las aventuras de Celia en películas de cortometraje.
En noviembre recibió la tan esperada contestación del Tribunal Militar concediéndole la amnistía a Eusebio y reponiéndole de su sueldo de comandante. Se lo escribió inmediatamente a su marido y empezó a hacer planes para el futuro.
Encarna pensaba en pasar tres meses en Argentina, ir en Navidades a Estados Unidos donde residía su hijo Luis, pero Madrid tenía que ser la residencia permanente, porque en ningún otro sitio podría trabajar tan a gusto. Mientras, le pedía a Mercedes que le escribiera todas las cosas que le oyera a sus nietos porque pronto iba a casar a Celia y necesitaba un tipo original y gracioso de niño para un libro que se llamaría Celia y su niño.
El 17 de diciembre se despertó hacia las tres de la madrugada con la sensación de que a Eusebio le ocurría algo. Sintió como un viento que venía de todas partes a morir a su pecho, y le hizo gritar su nombre. Al día siguiente recibió carta de él y se tranquilizó. Le hablaba de su ilusión porque ya tenía encargado su pasaje en barco a España. El 20 de diciembre recibió una llamada telefónica de Inés en la que le comunicaban que Eusebio había muerto en un accidente. Después supo que se había suicidado dejando abierta la llave del gas.
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PORTADA: Dos personajes de Elena Fortún: Mila y Cuchifritín.
FOTO 2: Eusebio de Gorbea, esposo de Elena.
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