ELÍSABETH GARCÍA ROMÁN
-Eusebio, 1904
Eusebio, primo segundo de Encarna, apareció en los 19 noveleros años de ella con una aureola de héroe: era teniente de Infantería y venía de África. Además, tenía buena presencia, era educado, culto y aficionado a escribir. ¡Con lo que a Encarna le gustaban los libros!
Manuela Urquijo no tuvo que insistir mucho para que su hija considerara el buen partido que se le presentaba y el día 8 de mayo de 1906, teniendo ella 21 años y él 25, se casaron.
Sin embargo, ocho días antes de la boda tuvo un sueño extraño en donde no aparecían figuras como cuando soñó con la muerte de su padre. En este solo había oscuridad y angustia. Una voz le avisó de que la boda iba a ser una equivocación porque ella no servía para casada. La voz le advirtió de que, al cabo de diez años, el amor habría dejado de existir.

-Cuartel de María Cristina, Atocha, 1908
Los recién casados vivieron algún tiempo con la madre de Encarna, pero cuando nació su primer hijo, Luis Benito de Gorbea Aragoneses, aparecen domiciliados en el cuartel de María Cristina, en Atocha.
En 1909, estando Encarna embarazada de su segundo hijo, murió el padre de Eusebio, algo que había soñado ella unos meses antes.
Poco después, Eusebio embarcó para África y fue gravemente herido en una batalla, mientras Encarna había vuelto a casa de su madre a tener el segundo niño. Éste, Manuel Alfredo, al que siempre llamaron Bolito, nació el 29 de diciembre de 1909.

Durante algún tiempo, en los diferentes destinos de Eusebio, al no poder acompañarle con los dos niños pequeños, ella se quedó en casa de su madre, en Villanueva 17, y desde allí los llevaba al Retiro tomar el sol, como las demás madres del barrio.
Y fue allí donde realmente nació Elena Fortún. Encarna se sentaba en un banco mirando jugar a los niños, escuchando lo que decían y riéndose con sus ocurrencias. Una de sus compañeras de banco, muy entretenida con las anécdotas que contaba Encarna, le sugirió que escribiera todas aquellas historias. Y ella, que siempre había sido muy aficionada a leer, pero que nunca se había puesto a escribir, se dejó seducir por la idea y compró cuadernos escolares donde anotaba todo.
Y serán estos cuadernos los que un día cayeron en manos de María Lejárraga, que le dirá que aquello tenía que publicarse, y la pondrá contacto con Torcuato Luca de Tena, de ABC. Pero hasta que aparezcan las primeras colaboraciones en Gente menuda tendrán que pasar todavía algunos años.
-Eduardo y Mercedes, 1911
La pareja formada por Eduardo, hombre culto y aficionado a la literatura y al teatro, y Mercedes y Eusebio y Encarna contrajeron una gran amistad que duró toda la vida y una correspondencia entre las dos mujeres que solo interrumpió la muerte.
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