REDACCIÓN AZAGALA
Con la casa de cultura que lleva su nombre repleta de público, en su mayoría estudiantes del instituto, Luis Landero pronunció su discurso más comprometido, reivindicativo y crítico, dando muestras sobradas de su compromiso con Alburquerque, su pueblo, y de estar al día de lo que acontece en nuestra villa, en buena parte como suscriptor y lector de AZAGALA.
Landero no solo se mostró perplejo porque la presidenta de la Junta de Extremadura María Guardiola no acabe de recibir al alcalde de Alburquerque, Manuel Gutiérrez, sino que reivindicó el mantenimiento de la Escuela Hogar y las obras de restauración del castillo, y lo hizo de manera tan explícita como implícita. “Un castillo sirve para que no perdamos lo que las generaciones pasadas nos han entregado y que tenemos el deber moral de transmitir a quienes vengan detrás”, señaló en presencia de un miembro del gobierno regional, Manuel Rico, Delegado Provincial de Educación, quien dijo estar allí en nombre de la presidenta y de la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura.
Landero advirtió del riesgo de que el Castillo de Luna —“uno de los más bellos del país”— quede abandonado, y criticó duramente la posibilidad de cierre de la Escuela Hogar, un centro educativo esencial para niños en riesgo de exclusión social.
En el enlace que adjuntamos pueden ver el discurso íntegro de Luis Landero y tendremos tiempo de informar más puntualmente del mismo en el próximo número de AZAGALA.
En lo que respecta al premio, que cumple su 35 edición, en la fase final, después de un filtro previo de cada centro educativo, quedaron 223 narraciones llegadas desde todas las comunidades autónomas, así como de países como Ecuador, Colombia, El Salvador y Portugal.
Con el mayor número de patrocinadores que ha tenido nunca el premio, muchos de ellos presentes en la gala, el presidente del jurado, Ruí Díaz, leyó el acta del fallo en el que figuraba el nombre de Elena López Santos, estudiante de un instituto de Jumilla (Murcia), como ganadora absoluta del Luis Landero, con su relato titulado “La blanca luna en el pecho”, presentado bajo el pseudónimo Antígona.
La joven murciana agradeció a Landero que con este premio “incentive la creación literaria entre los jóvenes” y a los profesores del instituto Castillo de Luna y sus alumnos que la hayan “acogido como en nuestra casa”. Explicó que cuenta la historia de un exiliado de la guerra civil española que cruzó los Pirineos y encontró campos de concentración y odio, así como el estigma por su condición de refugiado. “Hoy miles y miles de personas pasan por eso mismo y somos nosotros quienes tenemos que acogerlos”, dijo. “Aquello que pasó puede volver a pasar”, añadió. E insistió en que “una guerra siempre es civil porque es una lucha entre hermanos”.
Elena López terminó su certera intervención desvelando que el pseudónimo de Antígona se refiere a la raíz de esta palabra referida a quien va “contra las reglas establecidas de los que nos dicen que es justo lo que no lo es”. “Tendríamos que ser muchas Antígonas”, finalizó.
PORTADA: Intervención de Landero bajo la atenta mirada de Elena López, ganadora de esta 35 edición del premio.
FOTO 2: Francisco José Vadillo, gerente de la empresa PcPeli, una de las patrocinadora del premio, junto a alumnos del instituto premiados por sus relatos breves.
FOTO 3: La ganadora, junto al director del instituto, Jesús Gamero, Luis Landero y Mari Carmen Fuentes, de la empresa Cerramientos de fincas Rasero Pérez, otra de las patrocinadoras.
FOTO 4: Instante de la intervención de Landero.
ENLACE DEL VIDEO DEL DISCURSO ÍNTEGRO DEL ESCRITOR ALBURQUERQUEÑO.
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