El castillo de Azagala, una joya cuya explotación sería importantísima para el turismo, se encuentra dentro de la llamada “Lista Roja del Patrimonio””, una iniciativa de la prestigiosa Asociación Hispania Nostra que recoge aquellos elementos del Patrimonio Cultural Español “que se encuentren sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, al objeto de darlos a conocer y lograr su consolidación o restauración”.
En la página web de esta asociación describen este castillo como una “recia obra militar de estructura alargada a fin de adecuarse a la agreste crestería sobre la que se asienta, en la que sobresale su poderosa torre del Homenaje. Es Bien de Interés Cultural y se encuentra bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Según Hispania Nostra “tiene varias cubiertas hundidas, muros de sillares abatidos, almenas y torreones desmochados y bóvedas interiores en peligro de derrumbamiento. Y en cuanto a su carácter de riesgo, esta asociación expone su “progresiva ruina. Peligro de hundimiento. Expolio. No se ha acometido inversión alguna para su conservación”.
En 1994, el entonces grupo de la oposición ORPO, con Ángel Vadillo a la cabeza, pidió a la Junta de Extremadura su compra y rehabilitación, sin obtener respuesta. Dos años después, la Comisión Local de Patrimonio remitió un escrito a la Dirección General de Patrimonio solicitando «medidas urgentes o se perderá una pieza de valor histórico y artístico incalculable». Respondió la entonces directora Aurora Ruiz Mateos que «los bienes integrantes del Patrimonio Histórico Español deberán ser conservados, mantenidos y custodiados por sus propietarios», en este caso los dueños de las fincas antes citadas, añadiendo que «los ayuntamientos en cuyo término municipal se conserven estos edificios son responsables de todo daño que pudiera sobrevenirles»
En el año 2007, el periódico HOY publicó la iniciativa de un grupo de vecinos de nuestro pueblo para exigir que el Castillo de Azagala, fortaleza del siglo XIII, fuera restaurado, dado su «lamentable» estado de conservación por la «pasividad» de sus propietarios y de los organismos públicos.
Casualmente, uno de sus integrantes era el hoy portavoz de Ipal, Manuel Gutiérrez, quien aseguró en la prensa que la intención de este grupo de vecinos era “detener el deterioro de la fortaleza y que los estamentos públicos y sus propietarios se pongan de acuerdo para darle una solución ahora que todavía es posible, «aunque no por mucho tiempo, porque su estado comienza a ser ruinoso desde que en 1992 dejase de estar habitado». Gutiérrez recordó que “la Ley 13/1905 de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español contempla la posibilidad de expropiación cuando los dueños no conserven un bien de interés cultural” como, según dijo, es el caso.
Más tarde, Adepa, tras conseguir salvar el castillo de Luna de convertirse en un adefesio con aquella torre de hormigón de 35 metros de alta junto a las murallas, también exigió la restauración del castillo de Azagala.
Por su parte, Ángel Vadillo, alcalde de Alburquerque, viene prometiendo en sus programas electorales desde el año 2003 la rehabilitación de este castillo, en primer lugar, señaló para crear el centro de interpretación de la Sierra de San Pedro, centro que se ha creado en San Vicente hace unos años, mientras que, en su último programa electoral, el de las elecciones de 2015, se comprometía a la expropiación para construir “un centro de interpretación de aves y un albergue”.
El periódico Hoy publica esta mañana una relación de diversos bienes patrimoniales de Extremadura que han abandonado esta Lista Roja desde su creación en el año 2007, gracias a sus restauraciones, entre ellos, la ermita de Valbón en Valencia de Alcántara y el fuerte de San Cristóbal en Badajoz.
Mientras tanto, el castillo de Azagala se encuentra en estado crítico ante la pasividad de sus propietarios y las promesas incumplidas. La colosal fortaleza, ubicada en plena Sierra de San Pedro, está en un paraje espectacular -a sus pies confluyen los ríos Albarragena, Zapatón y Sansustre y su atalaya parece un trampolín del pantano Peña del Águila.
En la web de Hispania Nostra figura una certera frase de John Ruskin (1819-1900) que dice: “Cuidad de vuestros monumentos y no tendréis necesidad de restaurarlos”.
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