FRANCIS NEGRETE/ AZAGALA
Resultó muy interesante el debate, educado y razonado, entre dos alburquerqueños que escriben realmente bien, Juan Francisco Campos (Cisco), colaborador de AZAGALA al que echamos mucho de menos, y miembro del grupo Combatientes, y Francisco Luis Gutiérrez (Chico), hijo del alcalde, joven emprendedor que genera riqueza y empleo en Alburquerque y que también ha sido colaborador de esta revista, y al que también añoramos. Ambos siguen siendo lectores de AZAGALA, como demostraron en ese intercambio de opiniones -seguido por casi 3.500 personas- en una de las noticias que publicamos ayer en la edición digital tras finalizar la presentación de Amigos del Castillo de Alburquerque.
Es evidente, como señala Cisco, que habría sido mejor un acto abierto a todo el mundo “gente principal y del montón, de la élite y del común, pues de lo contrario se corre el riesgo de que se vea como algo ajeno al pueblo”, pero no es menos evidente, como contestó Chico, que “podemos estar satisfechos de haber podido aglutinar a autoridades de la administración pública, de la junta y diputación, fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, personalidades del mundo del arte y la cultura, escritores y actores de relevancia nacional, directores de bancos, empresas del pueblo y de fuera, con el fin de que sirvan de altavoz y de apoyo para esta iniciativa que repercutirá en la proyección de nuestro pueblo”.

Los apuntes de otra pluma extraordinaria, como es la de Antonio Rubio, que escribió páginas de gloria en ambas ediciones de AZAGALA, demuestra la categoría de dicho debate. Y nosotros añadimos que un acto de tal dimensión y tal significado simbólico no podía celebrarse en otro lugar que en el castillo de Luna, porque a la postre el gran protagonista de todo fue el castillo, nuestro castillo. Y ahí no cabía todo el mundo.

Y tiene mucha razón Rubio en decir que fue un gran error no invitar a Eugenio López Cano, como nosotros hemos escrito ya en el último número de la revista, porque nadie ha investigado y escrito tanto sobre el castillo, y nadie ha reclamado tanto desde hace decenios la necesidad de mantenerlo en buenas condiciones y ponerlo en valor. Con Eugenio, imprescindible colaborador de AZAGALA, ex presidente del Colectivo Cultural Tres Castillos, estuvimos por la mañana, en su casa de Alburquerque, y no está ni mucho menos molesto por no haber sido invitado. Él es una persona desprendida, sin ningún afán de protagonismo, y sus cientos de publicaciones sobre el patrimonio de nuestra villa las ha llevado a cabo por amor al pueblo y con el propósito de transmitirla a las generaciones actuales y a las venideras.

Y claro que fue un acto “elitista”, pero no en el sentido de exclusivista o de sentimiento de superioridad, sino en el sentido de que estaban presentes las personas más relevantes en distintos ámbitos, también en el empresarial de Alburquerque. Por hacer una comparación, yo mismo he asistido como corresponsal del periódico Hoy a varias ediciones de los premios extremeños de este diario y esos actos siempre están limitados de aforo, se entra con invitaciones y acogen a la “creme de la creme” de la sociedad extremeña en general.
Ya tendremos ocasión de escribir en profundidad sobre la trastienda del acontecimiento de ayer y lo haremos en el siguiente número, el 157, de la edición impresa de AZAGALA que saldrá en diciembre y que hay hemos empezado a elaborar, cuando hace solo tres días que salió el 156.

Pero lo cierto es que por fin se ha tenido una iniciativa para darle vida a ese monumento que tanto nos ha dado. Y que personas tan relevantes a nivel nacional e internacional como Isabel Gemio, Luis Landero y Víctor Madera, por citar a los tres que conforman la columna vertebral de la asociación Amigos del Castillo de Alburquerque, hayan venido a Alburquerque para sentar las bases de lo que debe ser la fortaleza a partir de ahora, es una noticia extraordinaria tanto para elevar la moral colectiva del pueblo como para la economía, si es que, claro está, las buenas palabras, las ilusiones vertidas, y los grandes deseos, acaban plasmándose en la realidad. Y, sin la presencia de las tres personas citadas, sin la presencia de personalidades relevantes del mundo de la cultura, la empresa, la política, la economía, la ciencia, incluso de las fuerzas armadas, el acontecimiento no tendría el eco y la repercusión que ya está teniendo.
El acto lo presentó el coordinador del proyecto, Agustín Fuentes, quien lo hizo muy bien a pesar de que nos reconoció estar algo nervioso pese a su experiencia en estas lides. Le siguió el alcalde Manuel Gutiérrez, la periodista Isabel Gemio, el escritor Luis Landero, el empresario Víctor Madera, y fuera del guion: el escritor Javier Sierra. Terminó el acontecimiento celebrado en el interior de la iglesia de Santa María del castillo con una grata sorpresa, idónea para poner la guinda al pastel: las canciones de los Juglares de Alburquerque, ataviados con ropajes de la Edad Media.

Y ya como final de ceremonia, y con la solemnidad que requería la ocasión, se procedió a firmar en un pergamino la constitución de la asociación. En la redacción del documento figuran Isabel Gemio, quien está llamada a ser la presidenta; Luis Landero, Víctor Madera, José Rivero y Manuel Gutiérrez, pero también firmaron el acta Victoria Bazaga, Consejera de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes, quien antes de ser nombrada para este cargo fue durante más de 30 años empresaria del sector turístico, y Ricardo Cabezas, Diputado Provincial del Área de Cultura, Bienestar Social, Juventud y Deporte. Estos dos últimos políticos habían intervenido también en el acto principal de la iglesia de Santa María del Castillo y ambos se comprometieron a impulsar activamente las iniciativas surgidas de la asociación.

Tras finalizar los actos en el interior del castillo, coordinados por encargo del alcalde por Agustín Rubio, que se encargó también del protocolo, se ofreció a un vino de honor para agasajar a los invitados en el centro de interpretación de la Edad Media. Se sirvieron productos locales de la máxima calidad regados por los vinos exclusivos de Encina Blanca de Alburquerque.
Pero, insistimos, en el número de diciembre entraremos en profundidad en los entresijos de la presentación de Amigos del Castillo de Alburquerque, los aciertos y los errores, y haremos, como otras veces, una especie de análisis DAFO (Debilidades-Amenazas-Fortalezas-Oportunidades) de la asociación.
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PORTADA: Firmantes del acta de constitución de Amigos del Castillo de Alburquerque y otras personas invitadas.
FOTO 2: Isabel Gemio, Luis Landero y Víctor Madera, charlando de manera distendida minutos antes de empezar el acto, en el interior de la iglesia de Santa María la Mayor, en el castillo.
FOTO 2: Emprendedores de Alburquerque, con Víctor Píriz.
FOTO 3: Leal, con Luis Paniagua y las ediles socialistas Noelia Pavón y Esther Gamero.
FOTO 4: José Rivero, uno de los promotores de la asociación, en la primera fila de los asistentes al acto. Luego sería uno de los firmantes del acta fundacional.
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