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A seguir la lucha

JUAN ANTONIO GARCÍA PALOMO (*)

Lo ocurrido el pasado jueves, 25 de marzo, debe suponer un punto de inflexión en el devenir de los acontecimientos para Alburquerque. Ya es incuestionable que el pueblo ha decidido levantar la voz contra las injusticias laborales y sociales, y eso debe notarse. Pero no nos confiemos. Debemos seguir manteniendo los pies en el suelo, porque el simple hecho de que la Alcaldesa sea expulsada de su partido no va a resolver ninguno de los graves problemas que Alburquerque sigue arrastrando.

Ahora, en el futuro más inmediato, toca ver quién será el responsable político que asuma el timón del barco, suponiendo que los mecanismos democráticos permitan apartar definitivamente a Murillo del cargo, y también ver si esa nueva persona que agarre el timón consigue, o no, llevar el barco con destreza y templanza a buen puerto. Sea quien fuere, y por el bien de todo el pueblo, le deseamos toda la suerte del mundo a quien le toque resolver esta complicada papeleta, porque no nos engañemos, lo hemos dicho una y mil veces, que la solución sería traumática a la vista de la caótica situación financiera. Sin embargo, toca ser optimistas y mirar adelante, porque no hay mal que cien años dure, y mientras haya vida y ganas de luchar, habrá esperanza.

Lamentablemente, además de los representantes políticos, parece haber también entre el pueblo una cuota proporcional de “ciegos y sordos” que prefieren seguir censurando a los que simplemente han venido exigiendo sus derechos laborales y sociales en esta Plaza en cada convocatoria de forma valiente. Ya lo advertimos, el gobierno del miedo con el que se ha dirigido Alburquerque durante tantos años les hace estar acomplejados y sometidos psicológicamente, y les impide dar el paso de valentía necesario para traspasar esa línea de la duda. Y eso vosotros, todos los que estáis aquí cada sábado, ya lo habéis superado con creces, así que enhorabuena por la parte que os toca, porque habéis sabido entender que vuestra dignidad no está en venta.

De todos modos, a esos que ahora se rasgan las vestiduras y tienen la piel tan fina porque una parte del pueblo le gritara el jueves a la Alcaldesa “culpable”, “dimisión”, “fuera, fuera”, ya podían haber mostrado la misma sensibilidad cuando en julio del año pasado y en esta misma Plaza mi compañero Raúl brotó en lágrimas leyendo el manifiesto por los impagos, o cuando los padres y la mujer de Juan Pedro han tenido que verlo arrastrándose por las instituciones en huelga de hambre para exigir un derecho tan elemental como recibir su salario, o cuando mi compañero Juanfran se derrumbó en lágrimas en la puerta de Diputación por la rabia contenida de la cacería a la que habían estado sometidos durante años por un Alcalde miserable, cobarde y vengativo. ¿¿Dónde estaban todos esos secuaces entonces??

Pues eso, nosotros a lo nuestro, que es poner a Alburquerque donde se merece nuevamente, y a los que traten de dividir, ni puñetero caso, porque bastante penitencia llevan a cuestas con el castigo de no poder morder la mano del amo. Por último, animaros a seguir en la lucha, porque mientras haya un solo trabajador que no cobre su salario, mientras haya servicios públicos en desmantelamiento y mientras haya gobernantes que estén más preocupados por sus ansias de poder que por los propios intereses generales de todo un pueblo, siempre seguiremos teniendo un motivo para luchar y para seguir viéndonos en esta Plaza.

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(*) Responsable de Acción Social de USO-Extremadura. Extracto del comunicado que escribió para la concentración del pasado sábado