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Reflexión semana del 23-F. La responsabilidad en el caso de la sarna

ANTONIO L. RUBIO BERNAL

¡Vaya semanita! Permitan, lo anunció Ramiro: “pareciese como si después de clamar desde aquí (…) todo el mundo se hubiese puesto manos a la obra y no quisieran perder cucharada”. ¡Cuidadito lo que está dando de sí la triste y desafortunada enfermedad de un anciano al que deseo desde aquí lo mejor! Y visto, leído y comentado, no es por la enfermedad en sí sino por el ocultamiento y camufle de la misma a su familia.

Por porciones, como las tartas. ¿Cómo se puede tener tan poca vergüenza como para presentar ahora un “equipo”, en estas circunstancias, al cual nadie conoce ni de oídas? Resulta que, como las cartas están viniendo mal dadas, nos sacamos de la chistera un “equipo” al que le endosamos la responsabilidad del asunto. Así de fácil. Oiga, ¿nos considera de aquella manera? Hay diagnóstico de doctora, designación de abogado para la defensa de intereses (derecho a la información sobre familiar interno que cae enfermo), la historia se remonta al 11 de este mes, su proceder ante el asunto…

Otro pedazo. Lo del “Equipo Directivo….” le ha quedado muy bien, pero ¿quién se lo cree? Con lo a bombo y platillo que ustedes suelen hacer todo, ¿cómo no nos hubiesen restregado por la cara su existencia en más de una ocasión? ¿Dónde estuvo el ahora existente “team” o alguno de sus integrantes cuando se inauguró la residencia de Rasero? ¿No deberían haber tomado la palabra para presentar escuetamente su plan de actuación? ¿Hubiesen ustedes renunciado al tanto y no señalar: “ya lo han oído, todo perfectamente contemplado, programado y aquí están, listos para actuar”? ¿Y dónde estuvo cuando usted llamó a la hija del enfermo? ¡Venga, va! Sólo una salvedad: ¡Anda que como fuese su presidente, director o máximo responsable aquel que tengo en mente, estaría un golpe! Y si por ello cobrase, sería la monda.

Y seguimos con la tarta. Encima ustedes están, en asunto tan delicado, en fase de ingenuos; vamos como aquellos que del asunto marcharían de rosita. ¡Oiga, señor Juez, que yo no he sido! Vamos, como si su Señoría se fuese a conformar sólo con citar al “team” que usted nos anunció ayer por la tarde. Y se lo cree. Mire, claramente, a usted, señora alcaldesa, ya le habrá dicho su abogado que, al menos, la responsabilidad civil subsidiaria no es de nadie sino del titular del centro, que es municipal, y usted su máximo representante. Pero con un certificado médico, viniendo de atrás, sin información a familiares y su proceder en la entrevista con la hija del enfermo –llamada por usted, señora alcaldesa, y al parecer para cantarle las cuarenta-, casi me inclino porque la imputación de responsabilidad pueda tener otra acepción que no soy yo quien deba anunciarla, pues habrá que valorar qué expresan sus empleados cuando sean llamados a prestar declaración. No adelantemos acontecimientos.

Ya va quedando poco. ¡Qué afán de adjetivar todo! Esto ya es motivo “político”. Vamos que estamos obsesionados con el tema. De sobra sabe que el origen es “personal” pero que por su proceder se ha hecho político. Pues claro. ¿Y qué no se ha hecho, desgraciadamente, político en nuestro pueblo? Al menos, más respeto con el anciano, con su familia y con todos los vecinos que viven en la intranquilidad por aquello que pueda estar pasando en las residencias locales de ancianos de titularidad municipal, y los responsables máximos de ofrecer sosiego, seguridad y garantías son ustedes, titulares de los establecimientos. Nadie más. Ni “team” ni tan.

Y la finiquitamos. Malos tiempos se avecinan, y usted es del parecer que los “otros”, quienes pensamos de manera diferente, resultamos inaceptables, intolerables e insoportables, aparte de no merecer ni respuesta; pues cuídese de no tener que pensar por imperativo en todos estos “ables” porque su proceder, aparte de recordar, tristemente, el año 1931 –triste escena anacrónica- no haya sido el más correcto en el tema expuesto y provoque que alguno, hasta ayer de su cuerda, la abandone, porque la gente vaya levantando liebres y cada día menos guarde silencio.

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Nota: Team es una palabra inglesa que significa Equipo.

Foto: Ácaro de la sarna.