EUGENIO LÓPEZ CANO
El origen de la fiesta en honor de la Eucaristía se remonta al siglo XIII, y más en concreto a partir de 1280, siendo su época de mayor esplendor entre la segunda mitad del siglo XVI y la primera del XVIII.
Si había en el año una fiesta que representara a todas ellas, ésta era sin duda el Día del Corpus. Una fecha señalada en el calendario como algo excepcional en toda la España católica.
Para más información ver el capítulo correspondiente de “Alburquerque. Tradiciones y costumbres populares” que hemos publicado tanto en la edición impresa como en esta digital de AZAGALA. (En ella incluyo un trabajo de Lino Duarte, publicado en el periódico HOY de 8-6-1939, con el título “El Corpus en la antigüedad”, en cuyo texto nos cuenta que en aquellos años las imágenes de estos santos y santas (1) podían todavía verse a lo largo de la procesión pero ya sin las cofradías correspondientes).
Igualmente Felipe Rubio Bueno, desde Cuernavaca, Méjico, publica lo siguiente en la revista ALBOREÁ nº 4, de agosto de 1993, editada por el Ayuntamiento de Alburquerque, con el título “Alburquerque desde Méjico: Remembranzas”:

“La procesión del día del Corpus era una de las más impresionantes, de mayor colorido y asistencia de fieles haciendo de este día de Fiesta uno de los más memorables que yo recuerdo dentro del ritual católico. Al recogerse esta procesión en la Iglesia de San Mateo, en el Atrio de la misma y con gran asistencia de fieles de todas las edades, al son de la marcha Real era revoloteada la Bandera Nacional por Benito, que era el ‘rapa’ de la casa de los Cordovilla, nunca esto se puede olvidar pues cubría este menester con verdadera maestría y arte”.
En ella tomaban parte todas las cofradías de Alburquerque con su imagen (2) y estandarte respectivo. A continuación cito las que he conseguido rescatar del olvido: los molineros, también harineros, con su patrón San Miguel, los hortelanos con San Juan, los vaqueros con San Pablo, los arrieros (recueros) con San Sebastián, los carpinteros con San José, Santa Bárbara y Santa Lucía son patronas de otros gremios o cofradías que desconozco, San Crispín con los zapateros, la Virgen María con los ovejeros, San Pedro con los pescadores, el Santo Ángel de la Guarda con los albañiles, San Lorenzo con los herradores, San Bartolomé con los carniceros, el Niños Jesús con los sastres, Santiago con los vaqueros, la Pastorcita o Divina Pastora con los pastores, San Antonio con las modistas, Santa Lucía con los ciegos, Santiago con los militares retirados, San Antón con los porqueros y San Isidro con los labradores.
Por tanto cada cofradía estaba representada con su imagen y estandarte correspondientes.
Hoy, como cabe suponer, la procesión carece de la espectacularidad y colorido de entonces, quedándose en una manifestación religiosa más, sin el carácter popular de antaño. Todavía, al menos, sigue la costumbre de levantar altares, aunque pocos, a su paso.
NOTAS
1- Las imágenes y estandartes respectivos iban detrás de la Santa Custodia, después de las autoridades, excepto la de Santiago que la precedía con la bandera española.
Sobre la bandera de España no sólo pasaba la imagen de Santiago, sino todas las de los demás gremios; así mismo era volteada por el hermano cofrade al pasado de cada iglesia.
2- En el libro La vida en Alburquerque, editado en 1901, cuando habla de la procesión del Corpus, dice que “sería más majestuosa si no se acompañara la divina Custodia de los Santitos que la preceden y que más bien que imágenes son caricaturas del sagrado nombre que cada uno lleva”
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