REDACCIÓN AZAGALA
La excursión que el Colectivo Cultural Tres Castillos, editor de AZAGALA, realizó ayer dentro del programa “Conocer Portugal de la mano de Moisés Cayetano” fue una de las más satisfactorias para los viajeros, en cuanto a la historia y al patrimonio se le unió esta vez la participación en dos rutas a pie con una riqueza natural y paisajística extraordinarias. La primera, en Penha García, supuso recorrer las dos laderas de su castillo, una subida por el pueblo de piedra y la otra por un sendero perfectamente diseñado entre roquedales, antiguos molinos, riachuelos e incluso una cascada de agua.

En Monsanto la ruta a pie, circular, obligó a los excursionistas a rodear el pueblo, considerado la “aldea más portuguesa de Portugal”, hasta alcanzar el enorme castillo, con varias barreras defensivas de murallas, donde se grabó parte de “La casa del Dragón”, precuela de Juego de Tronos”. Arriba en lo alto, en “Rocadragón”, a donde accedieron tras un periplo que fue un gozo para los sentidos, Moisés Cayetano ofreció otra muestra impagable de sus conocimientos de historia, patrimonio, arquitectura… y su forma amena de explicar con los detalles justos hace que todos nos sintamos inmersos en sus narraciones. Y allí coronamos un pueblo construido entre enormes rocas naturales que le otorga un aspecto que encaja a la perfección en la fantasía de la serie “La casa del Dragón”.

Finalmente, en Idanha a Velha, encontramos un museo de estelas funerarias que merecería estar en Lisboa o en Oporto, porque tiene un valor incalculable, de manera que no se encuentra algo igual ni en ciudades romanas como Mérida o la mismísima Roma.

Pero dejemos que sea el propio MOISÉS CAYETANO el que nos hable de esta riquísima ruta de ayer al recuperar uno de sus artículos sobre viajes a Portugal:
“Cuando uno cree que ya nada puede sorprenderle en este mundo indescriptible de la Raya, toma la falda sur de la Reserva Natural de la Serra de Malcata y baja hasta Monsanto. ¿Fue todo a la vez, granito en bolos gigantescos y caserones igualmente de granito, confundidos en un levantamiento simultáneo?

Esascalles que ascienden y retuercen quebradas plataformas donde brilla el cuarzo, ¿no son también obra de la naturaleza, soberbia, gigantesca en los enormes peñascales de donde se levanta el caserío -como naciendo en sus entrañas- y que lo protege con exageración por todos lados?

Y la Pousada de Monsanto, tan discreta, de tan buen gusto, siempre recomendable, ¿no forma parte igualmente de la creación infinita de los tiempos, como la bruma constante que desdibuja los tejados, en ocasiones tan cercanos de un lado a otro de la calle que casi se tocan? Y el olor de su cocina, tantas veces centenaria, de cazuelas de hierro, recipientes de barro, leña y horno de piedra, arcilla y cal, ¿desde cuándo preside los fogones donde perfuman el aire con su olor las feijoadas, el cabrito asado, la perna de borrego o la chanfana?

Monsanto es el resultado de la más delicada y natural confabulación de los dioses y los hombres, como la cercana Penha García, caserío y roquedo que dominan el barragem de su nombre y permiten ver hasta las lejanas Serra da Estrela, da Gardunha, da Malcata y Gata, gozándose de unas puestas de sol inolvidables. Sus fósiles de “Crucianas” en el suelo que pisamos son impagables, como sus múltiples molinos de agua.

O como Idanha-a-Velha, hoy mínimo pueblecito, que en su momento fuera importante ciudad romana, núcleo visigótico, fortificación árabe y sede episcopal en el siglo XII, de lo que conserva importantes vestigios: lápidas romanas, baptisterio paleo-cristiano, muralla medieval, sin olvidar su castillo (como las otras dos poblaciones). En la villa, podemos adquirir recuerdos artesanales de excelente gusto, que rememoran su pasado glorioso.

Las tres poblaciones forman un triángulo isósceles, de apenas 14 kms. entre sus tres lados, donde dan ganas de perderse, de confundirse entre el boscaje y las piedras monumentales, que invitan al paseo sin prisas, sosegado, siempre reparador.

FOTOGRAFÍAS: ALFONSO GONZÁLEZ ALMUIÑA
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