La primera persona en Alburquerque que alcanza la judicatura, María Victoria García Copetudo, estuvo presente en la entrega de despachos de nuevos jueces en Barcelona, en presencia del rey Felipe VI, quien llegó acompaño de la ministra de Justicia, Pilar Llop, y fue recibido en la puerta del Auditori de Barcelona por el presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, el del Tribunal Constitucional, Pedro José González-Trevijano, la Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, y la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera. Ni el presidente de la Generalitat, ni otro miembro del Ejecutivo catalán.
Ella aprobó la oposición en julio de 2019, pero el año pasado se suspendió la entrega de despachos, aunque está ya ejerciendo como jueza.
María Victoria García Copetudo, a quien entrevistamos en la edición impresa de AZAGALA, nos habló de la dureza de la oposición: 400 temas y un primer examen tipo test y dos orales en el Tribunal Supremo.
“En un principio comencé estudiando unas 10 u 11 horas. Lo tomaba como una carrera de fondo, a aprobar en 4 o 5 años. Pero, conforme se acercaba el examen me veía incapaz de no dar el 100% y dejar horas libres sin estudiar. Así fui ampliando mi horario y el último año me levantaba a las 4 de la mañana y me daban las 10 de la noche entre códigos. Tenía un día de descanso a la semana, 7 días en verano, 3 en Navidad y 3 en Semana Santa. Creo que la clave fue marcarme una rutina donde se respetaran los periodos de descanso físico, descanso mental, estudio y deporte. Tan importante es estudiar como descansar. Y esa rutina me acompañó exactamente durante 4 años y 10 meses”.
García Copetudo nos recordaba el momento en que le dieron el resultado final de la oposición: “Fue un momento de explosión, una mezcla de descanso, paz interior e incredulidad. Jamás olvidaré el momento en el que la Presidenta del Tribunal salió y me dijo “enhorabuena, tu vida acaba de cambiar”. Las lágrimas de mis padres y de mi novio, la emoción y el orgullo en su cara hacía que todo el esfuerzo mereciera la pena. Al día siguiente seguía en una nube. Recuerdo que mi abuelo Rufino vino bien temprano a contarme que se había ido muy temprano a lo de Macareno y que se había gastado un dineral invitando a café a la gente para contárselo, ya lo sabía medio pueblo”.
La entrevista que nos concedió resultó muy interesante y, como entonces, le deseamos toda la suerte del mundo en el ejercicio de tan alta responsabilidad, pero no dudamos de que su desempeño será totalmente profesional.
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Portada: Mª Victoria García Copetudo, con sus padres, y junto al rey en la entrega de despachos de hace unos días.