Hoy es un día triste para esta revista, sobre todo para la edición impresa, porque ha fallecido nuestro colaborador más veterano, Luis González Soto, don Luis, como yo le llamaba cuando hablábamos a menudo, siempre de política y de la situación de Alburquerque. Luis fue un magnífico columnista, tanto en sus artículos de opinión política, como los de temas sociales y costumbristas, además de buen poeta. No en vano cosechó diversos premios. Además, era un músico extraordinario.
Luis quedó para siempre marcado por la guerra civil, que le cogió de niño, pero su familia sufrió la represión franquista, y quién le iba a decir a él que muchos años después, en plena democracia, iba a sufrir él mismo en sus carnes la represión del régimen vadillista. González Soto vio publicada la obra que ambicionó toda su vida, El fin del olvido, en el que hablaba de los años de la guerra civil y las represalias de los primeros años de la dictadura en Alburquerque. Lo editó la Diputación en el año 2009 y cuando esperaba para venir al pueblo desde Barcelona, donde residía, para su presentación, Vadillo “secuestró” la obra en represalia por los artículos críticos de Soto en AZAGALA con algunas de sus decisiones y, sobre todo, por mostrarse contrario a la barbaridad de las obras de la hospedería en el castillo.
Vadillo tuvo seis años “secuestrado” el libro en dependencias municipales y terciaron muchas personas, entre ellas Ibarra y Luis Landero para que se presentara la obra, mientras nosotros en AZAGALA y en el diario HOY nos hacíamos eco de tan tremenda injusticia con un hombre que ya tenía cuando se publicó la obra 86 años. Finalmente se presentó en 2014, pero Luis estaba muy mayor y no quiso venir, aparte de que estaba muy disgustado con el trato recibido. Intentó en infinidad de ocasiones hablar con el entonces alcalde y jamás se le puso al teléfono.
Militante socialista de siempre, muy crítico con la situación de Alburquerque desde hace muchos años, la última vez que hablamos estaba indignado con el trato a los trabajadores municipales y con la “dictadura” que de nuevo está instalada en nuestro pueblo.
En el próximo número impreso de esta revista le dedicaremos un gran homenaje.
Hasta siempre, Don Luis, “como decíamos ayer”, querido amigo. Me despido con la frase de Machado que tanto le gustaba: “Estos días azules y este sol de la infancia”…
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Portada: Luis González Soto al recibir uno de sus numerosos premios literarios.
Foto 2: Con Cristina, su esposa alburquerqueña.