Pulsa «Intro» para saltar al contenido

CARTAS EMPONZOÑADAS (XXVI)

A todos aquellos que, al igual que yo, sufren nuestro lamentable estado.

ANTONIO L. RUBIO BERNAL

Puerto de Albahacar, otoño, 2021.

Querida Rosita, espero que al recibió de la presente te encuentres bien, servidor así se encuentra, a Dios sean dadas las gracias, que no es moco de pavo en los tiempos que corren y el estado en que Puerto se encuentra: “ninguneaos” por quienes mandan“ en la región, “sitiaos” por el “mieo” y “estremecíos” por “to” lo que acontece; no obstante, no falta quien proteja que no hay motivos pa’ pensar en la inseguridad reinante. “Nada es como fue y no hay motivos para pensar que después del trastorno las cosas volverán a su curso anterior”, que dijese Muñoz Molina. “Agraciaos”, si el dicho se cumple, “otoño lluvioso, año copioso”; y a ti, qué decirte, admiro te hayas “labrao” tu destino, “superao” tu larga adolescencia a solas, tu etapa laboral pacense, tu trabajo en familia, y lo que ahora emprendes, tienes madera de triunfadora. Dios te tenga siempre en su “mirá” aunque ni rastro de ilusión me “quee” de que, por culpa de semejante botarate, vuelvas a formar parte de esta familia.

Sabrás por Redes que la Junta psoista, pide la dimisión de Murillo (hasta hace un rato suya), pero no la disolución del Ayuntamiento. ¡”Bienveníos al señorío del desbarajuste”!, tal que no sabe uno ni cómo ni cuándo se arreglará tal “desaguidao”; la sumisión de los puertoalbahaqueños deviene inaguantable. ¿Mi zozobra? Tal, que rezo cuando me voy a dormir pensando en la gente que la está machando de lo lindo; porque así no es lícito vivir siempre, ¿verdad?, pensando que en el centro de nuestra incertidumbre se encuentra el devenir de nuestra gran desgracia, con dueño nuestro destino, sin importar el sufrimiento y menos la prosperidad. Rosita, responde tú, ¿no será que “nuestra” situación es un engaño, un espejismo, una mentira? Ojalá; Puerto perece y se muestra cobarde ante su muerte; obviando los motivos que hay para gritar ¡BASTA YA!, prefiere la sumisión del cordero que “humillao” va camino del desolladero, sin confianza en su suerte, “sepultao” junto a sus cadáveres políticos y “contagiao” de semejante adoctrinamiento que hace que nos recreemos “toos” en esta desgracia tan “cacareá” por los medios sin sentir vergüenza ni provocar náuseas en el respetable.

¡Cómo privarnos, nosotros, de novios de la locura! No cesan por su débito con la causa vadillista, dando el paso hacia adelante por amor a algo más que al arte. Temo su inseguridad futura, máxime en un cabildo “difícil de controlar en tiempos democráticos”, como se ha dicho. ¡Bicoca, suspende los plenos por la carencia de secretario!, como si alguien “sesuo” quisiera probar semejante poción antidemocrática. Propósito tiene la acctal, y todo hace presumir que lo logrará, de que pasemos al Guinness, sin que exista instancia que por nosotros vele, por más que a Diputación, Junta o Sursum Corda algunos apelen y nuestros cabecillas de empeño carezcan por subsanar el “desaguisao pergeñao”. Fuimos al Pleno de la Asamblea y buen garrotazo nos dieron para recomenzarnos paciencia, viviendo entre políticos “protegíos” y al parecer nosotros con menos derechos que un pardá. Mi indignación viene de ver cómo los sentimientos socialistas se van embruteciendo con el prójimo “desamparao”. Que te lo digo yo, aquí se ha “perdío” mucho sin que reine conciencia de su pérdida, derechos sin inmutarse sus titulares, a quienes les ha “cambiao” la vida a peor mientras los causantes ni se coscan. Aquí se despiden de momento las concentraciones al grito de ¡DIMISIÓN! sin ir “acompañao” de ¡NO MÁS SUMISIÓN! Quizá lo “mejo’ de nuestra ocurrencia” haya “sío” no escuchar a nadie de los que nos insinuaban los efectos de hablar en alto y nos recomendaban el silencio como conducta, de los que aprovechaban la mínima para plantear la conveniencia de que no dejásemos constancia de todo aquello que aquí ocurre; mientras, Puerto, “humillao”, consintiendo, sin que ninguno de ellos aportase convicción; y pudiera ser que, por ser necesidad de expresión manifiesta, lo nuestro haya “provocao” la actitud cruel del rechazo, no por sobrar razones sino desfachatez. Sobra resignación y faltan corajes para desterrar la lacra.

Gracias por interesarte por mis cosas. De la próstata, mal; a mediados y que me operan; y lo de “La Trula”, peor. Dejó de venir, no se sintió “quería”, mi nuera ni la invitó a un café en hora torera, ni siquiera a entrar en otra estancia que no fuese el cuchitril, “anda, como dos tórtolos, iros en amor y compaña allí”, a lo que ella me espetó, “que le den, una estirá de esta”. Es de traca; qué voy a contarte, tú también la has “sufrío”. Y yo ya, dónde voy, si hasta los recuerdos los vislumbro lejanos y el desaliento me invade. Nunca he “sío” hombre de ambición “desorbitá” pero dónde ha “quedao” mi identidad personal, dónde mis remembranzas; to, con los años, se ha “desmoronao” dejándome “desnuo”. Y es la cercanía de la pérdida lo que me hace sentir y sumarme al dolor de los demás, D.E.P. Ramón y Mariví, tan jóvenes y ya tan lejanos.

Permite que hoy haya “sío” yo quien escriba una carta tratando de reflejar mis sentimientos, mi “moo” de pensar, el interior de mi ser. Recibe un muak y deja que mi desolación me arrope y así hasta que Dios quiera, soy viejo, Rosita.

Largar da Serra d’Ossa, outono, 2021

Pero bueno, ¡arriba esos ánimos! ¡Cómo está este hombre! Sin estar segura, veo en usted una tristeza enfurecida, como si fuerza oculta tratase de sacarlo de sus casillas. ¿Quizá nervioso, incómodo? ¿Pudiera ser inseguro? Sus sentimientos me inspiran, pero la presente me acongoja. Me escribe de modo distinto. Sé por mi panda que la Villa está en estado lamentable, la gente ha perdido la alegría y la esperanza con tanta ruina como ahí reina; algunos de mis amigos están sufriendo la impiedad del cabildo, gobernado por una panda de tornadizos e intrépidos obsesionados con permanecer en el trono a costa de lo que sea. Por otro lado, sus noticias sobre “La Trula” me han golpeado fuerte el corazón; nunca he entendido el resquemor de su nuera hacia los ajenos a la familia, hasta “Mari, la Chica de Oro” me lo refirió en una ocasión. Y usted, cuídese, a ver si va a padecer una “neurosis”, media de hogar media de ubicación; salga, distráigase, hable con la gente (la Covid está remitiendo), recobre la ilusión por la “mérula”; persistir en ella conduce al pánico y no tiene por qué.

En estas noches de otoño, aquí en la “Quinta”, ya frías por la humedad, se me vienen a la memoria las noches de miedo en la Villa, cuando mamá me contaba el cuento del sacamantecas o el del viejo del saco que se llevaba a los niños a lugar desconocido. Y se acentuarán los recuerdos con el frío invierno que en breve nos visitará; sí, porque llegará el momento en que lo que nos sobre sea frío y necesidad agobiante de estar juntos. ¡Qué feliz soy, Sr. Ramiro!

¡Ay, la Villa! Todo ha devenido en vivir el sueño de una idea esplendorosa que al despertar devino en nada, salvo en modus vivendi para algunos. Esto pareciese la infeliz estampa de una corrida de toros de antaño, cuando todo en el ruedo era miserable, los caballos con las vísceras fueras, el dolor por los cuatro costados y nuestra testuz agujereada de tanto descabello como el recibido. Al fin los afectados escenifican sus protestas fuera de las fronteras de la Villa; ya era hora, me preguntaba a qué esperaban y por qué no esa misma pancarta a las puertas del Congreso en compañía de Píriz y sus compañeros de partido, olvidando que la visibilidad del problema tiene relación directa con la eficiencia. Ahí no se es, o no se quiere, consciente de los infortunios que sobrevienen a toda persona empobrecida hasta de esperanzas. Ahí, y con semejantes mandamases, el porvenir no es que se mire con recelo sino que, sencillamente, no se contemple por lo hundido que todo está, mezcla de lo kafkiano y lo freudiano; de ahí la necesidad imperiosa del cambio; debiésemos imitar a la ciudad de Berlín que del deterioro y la miseria logró su esplendor; y lo nuestro comienza por lo escuchado el viernes pasado en la Plaza, ¡DIMISIÓN!, aunque olvidasen ¡NO MÁS SUMISIÓN!

Con trazas de la situación política, la pestilencia del consistorio, nada es de extrañar esta situación cada vez más fantasmagórica, aunque seamos más los que culpemos al PSOE como único causante, desdeñando su presencia como salvador. No van tan descaminado en su casa; usted deviene en un Ortega y Gasset local en medio de esa Villa repleta de proyectos en ruinas, con su propia metafísica para la vida. Claro que los vientos que soplan de fuera no tienen desperdicio; “no es camino fácil”, bastante más difícil es vivir sin comer por no cobrar, y no delinquir; como con varios argumentos no reconocer “la pésima gestión” y defender la acción de tales como “puntal de la democracia”, lo que deviene en nadando en la miseria somos legítimamente gobernados. Tres leches da requerimientos y medidas de Hacienda y Justicia, con legitimidad gobiernan, nos cuenta la vicepresidenta, para darnos tranquilidad con “sus incumplimientos no van a quedar impunes”; a ver si cuando llegue “justicia” no queda nadie con vida por impago municipal. Claro que con esos ánimos, “es bueno acercarse al drama”, válgame Dios, “darle la voz al pueblo”, es decir, ¿ustedes políticos llevan al pueblo a este callejón angosto y nos invitan a hablar? Para orinar y no echar gota.

Por lo demás, aquí me encuentro, cada día más integrada en la Facultad, no sin esfuerzo; tratando de supervisar, dentro de la disponibilidad de tiempo, al grupo empresarial; y llevando una vida plena de pareja con mi “churri”, que en su afán de conocer nuestras tradiciones me pidió que le llevase a la “Corrida de Touros à Portuguesa”, en Reguengos. Lo que le gustaron “Os forcados”; aún más al saber que eran grupos de ocho mozos aficionados (amadores) que pegan al toro hasta inmovilizarlo. Le expliqué algo de su historia, que pertenecían a la milicia, formando parte de la guardia real. Entre risa confesó que a él le gustaría, de serlo, ser el “rabillador”, para moverse en círculo tirado por el toro. Le expliqué que fue durante el reinado de María II de Portugal, 1836, cuando se prohibió dar muerte a los toros en el ruedo y que éstos complementaban la lidia de “os cavaleiros”; éstos le encantaron, con sus caballos lusitanos, vestidos “a la Federica”, disputando el arte “de Marialva”. Le he prometido que le llevaré a Ribatejo, cuna de nuestra tauromaquia, para que conozca las largadas, touradas y todo lo demás de nuestra cultura. Siento a diario su aliento en mi oído, saboreo su saliva en la mañana y en la noche, aprecio su tacto a la mínima oportunidad de cercanía y me pierdo en su intimidad siempre que nuestros cuerpos sienten deseos de conocerse aún más en medio de este enorme e incesante gozo. A la providencia agradezco que se cruzase en mi vida cuando a puntito estuve de claudicar y convertirme en una cornuda consentidora. “No seas boba, no pierdas el paraíso”, me decía a mí misma por aquellos entonces. A ver si cree que no era gorda. Mattia, como hombre inteligente, habla poco pero siempre “atina”, y sobre aquella etapa me espetó: “qué bien te sentaba la boina al estilo del Che; qué hubiese dado yo por haberte conocido entonces”. Jamás ningún hombre me dijo cosa tan sencilla que me llenase tanto de gozo. A veces lo fácil se hace eterno; y en el amor, más.

            Voy a dejarle. Le deseo lo mejor; y por favor, no sufra, su edad va avanzando y no tiene por qué. Muchos muaks, mucho cariño, mucho respeto; este mes bajaremos a la Villa, cumpleaños de Puri, y quedaré con usted para saludarle. Podría acompañarnos a Carrión, Mattia tiene interés en conocerlo; después iremos a Chandavilas y comeremos chuletas de chivo en La Codosera; contamos con su compañía; verá qué bien. Siempre suya, no cabe el olvido de Rosita, La Portuguesa.