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CARTAS EMPONZOÑADAS (XXV)

ANTONIO L. RUBIO BERNAL

 

Puerto de Albahacar, por San Miguel, 2021.

¡Hola, Rosita de mi alma! ¿No encuentras tú desmán en esta tarea epistolar? En lo que a mí me incumbe, deviene papiro donde descargar penas y sollozos, sin echar a “olvío” la ira por cómo está to; hasta tarumba me pondría si decayese; aunque ahora con mi “rorro”… Si lo vieses, cómo está, con brillo. Va distinguiendo la seguiriya de las tarantas, con su pie.

Me abaten los malos rollos; mira que soñar con que era uno de los “afectaos” por el impago municipal. Íbamos a manifestarnos a las puertas del consistorio y, haciendo antesala, una garrafilera de los suyos, con banderines vadillistas y estandartes murillistas, espetándonos a grito “pelao”: “¡Arriba Vadillo, fuera  fascistas!”. Y en la otra acera los nuestros, “Habrá un día en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad”. ¡Qué mal me sentí! Yo con dos hijos, uno queriendo gresca, poco más y que yo liderara una revolución. ¡Qué agobio por to el cuerpo! Sin na que llevarte a la boca, sintiendo vergüenza de volver a casa de mi hermano –le debía ya dos mil y pico euros-; por no salir, ni pisaba la calle; sentía ahogo cuando me paraba alguien; y la mujer contando hasta los céntimos. Y lo peor, mi orgullo impidiéndome afrontar la realidad con descaro. Quiso Dios que despertara. Hasta congoja me entró cuando supe el montante del débito, millón y medio de euros, doscientos y pico millones del ala de las antiguas pesetas. Y ellos, los gerifaltes, tan frescos, risueños, altivos, sin un real, con la soga al cuello, y como si no fuese con ellos; mientras, la gente con cara de pájaro “asustao”. Pregúntale, anda, ¿dimitir pa cuándo?; tururú.

Y yo, dale que te pego –y que “metafísico”, me llaman ahora en casa-, a ver cómo pergeño lo de hoy. Sería el mismísimo Landero quien escribiera “porque era un gusto oír a aquella gente tan instruida y bien hablada”, lo mismito que me ocurre a mí contigo, instrucción, modales y deleite. ¡Ay, Mari, ¿dónde “tas metío”? Me refiere que aprende más leyendo tus cartas que con Azagala, para después recordarme siempre lo bien que saben tus vinos. Y perdona si soy más repetitivo que el bordón de una guitarra, pero molesto estoy por lo que algunos concluyen, “personajes de ficción” y que somos; ¡y un huevo!, veo yo que son fábula mis palabras de antaño: “día del apocalipsis, peo municipal, bancarrota…”, ¿0 acaso hemos “cosechao” otra cosa, “cuerdos mundanos”?  A colación traje a mi tocayo Muñoz Molina, “conformarse con la desgracia o la sinrazón de ayer es un modo excelente de ir aceptando de antemano la desgracia y la sinrazón del mañana”; y pudo ser Píriz quien dijese a Naharro “Alburquerque se tiene que dejar ayudar”; ¿por qué?, porque sobra desidia, apatía, pasotismo, palabrería. Igual piensa el camarada Leal, “parole, parole, parole”. ¿A qué se debe to esto? A la falta de valentía, de rabia, de coraje, de unión; carencias que están mermando nuestra dignidad, dando un mal ejemplo a las futuras generaciones. Puerto “anclao” en “Virgencita que me quede como estoy” y “sobrao” de vecinos “diplomáticos”, de los que cierran los ojos ante tanta mierda, imitando a los mandamases, a los que se la refanfinfla que algunas personas, no tan pocas, vivan en un auténtico infierno (nueve meses sin cobrar; tres les daba yo a ellos por decreto); gobernantes que muestran un nivel cero de solidaridad para con los “necesitaos”, y como muy bien dijera el otro día una mujer en El Cerco del Reaño: “salga de la caverna, alcaldesa”, y suba a escena, si es valiente. Aquí lo de tomar conciencia, buscar solución, movimiento ciudadano, respuesta popular, como que no; que llegue la justicia cuando antes porque la realidad es calamitosa y el tiempo, “amparao” en el “olvío”, ese pañuelo que limpia toa culpa, humo es. No ha “nacío” quien de mis treces me saque: esta injusticia se tiene que pelear como sea; por “toa” la “vía” no pueden cohabitar entre nosotros problemas aún por desbravar. Por desgracia, y sin querer, me salgo con lo mía. ¿Recuerdas que te insinué que siempre hay un roto pa un “descosío”? Helo aquí, dos espontáneos que en su condición de concejales se tiran a la piscina de la incertidumbre sin calibrar las consecuencias del “zambullío”, haciendo valer el dicho del tal Quevedo, “lo mucho se vuelve poco con sólo desear otro poco más”. Y deviene la Junta, ahora, a solicitar al Consejo de Ministros que disuelva el Gobierno  Local. ¡Te quié i’ ya! Vara hará lo que de arriba le dicten. Y mi sempiterna pregunta, ¿no contará la acctal con algún familiar, o amigo, porque asesor ya tiene, que la anime a dimitir dada su irresponsabilidad, las consecuencias derivadas y el enorme ridículo “plasmao” en este “desconsolao” tapiz? ¿Qué la hace permanecer? Cuatro gatos peleando por una sardina, unos poniendo la cara, otros con sus reales posaderas en sus “mullíos” sillones desde los que observar la película, sin faltar el “osao” que por cara, desconocimiento o cumplimiento de mandato pone en duda la ruina reinante en este reino. ¡Ay, si el paso de los años no conllevase cobardía!

Antes que el “olvío” me empuje, te tengo “prepará” las pipas de melón que me pediste; espero tengan tantas vitaminas. Yo me he “hartao” este verano por si acaso; y tengo una caja grande de zapatos llena. Tengo también un azafate de pimientos “asaos”, con lo que te gustan. Ah, y berenjenas en vinagre. Hasta las aceitunas las tengo en agua pa que se endulcen. Una pena que no vengas por casa, Y de quehaceres, que si “pique cebollas, guindas, calabacín y berenjenas para hacer pisto”; que si “vaya a tal “recao”; que si “hágase cargo… Escucha, cada día entre mi familia y tu persona se levanta mayor muro, fruto del “cabeza chorlito” que tengo por nieto, en todo muy cuerdo menos en faldas –ahora y que anda con una muchachona a la que no conocemos. Imagina a su madre: ¡“ten cuidao”, no traigas otra”!- En fin, recibe muaks los que quieras, de este tu amigo que lo es y no te olvida, Ramiro.

Largar da Serra d’Ossa, outono, 2021

¡Hola, Sr. Ramiro!

Siempre tan detallista; muchas gracias por sus acopios (berenjenas, morrones, aceitunas, pipas; ¡qué rico!), pero me temo que no; el muro, como usted bien le llama, ha venido infranqueable, y ésta, la “Mirla Blanca”, no está dispuesta a caer de nuevo. Relacionamentos humanos de longa distancia funcionam se você os trabalhar. Ah, y celebro lo de su nieto, bien sabía yo que el dicho “la jodienda no tiene enmienda” en él no iba a ser una excepción. Mucho ha tardado. De mis amoríos le hablaré al final.

Pasó el día de autos; já sou Doutor em Economía pela Universidade de Évora; título ofrecido a mi difunta mamá con todo mi amor, bueno, y también a Mabel, por lo que ambas en mi vida significaron. Todo normal hasta que el Doctor Profesor D. Leão Oliveira Rodriguês, Diretor de Tese, tomó la palabra destacando mi entrega en los estudios. Al comunicarle al Tribunal mi decisión de aceptar la plaza de docente y lo que ganaría la Facultad con mi presencia, su cara se convirtió en un río de lágrimas, contagiándose toda mi familia de aquel llanto de gozo y alegría; hasta yo misma lloré, imaginando lo feliz que hubiesen sido los dos seres perdidos. ¿Lo peor? A Poliana ni le merecí la enhorabuena, y encima mi papá la disculpó con el pretexto de que no se encontraba bien; de él era de esperar, jamás ha movido ficha en pro de la armonía reinante, despojado de todo apego, exhausto sólo por el amor a su vida. Me creo yo que no se encontrase bien; que hubiese sido su sobrina “Marisabidilla”, la que nos sisaba; lo que no les ha gustado es que yo haya aireado lo suyo -por cierto, desde illo tempore-; pero como es verdad… La comida, en Taberna Quarta Feira, con Mattia entre nosotros, invitada por mi adorable tía Caterina, quien en voz alta, y lágrimas en sus ojos, exclamó: “Minha filha, miha querida irmã nos deixou logo, mas eu fiquei aquí para ser sua mãe também. Deus o abençoe por seu coraçao e capacidade de trabalho”, y me hizo entrega de un medallón de Nossa Senhora da Conceiçao, Patrona de Portugal, herencia de mi abuelita Aldonça; ideal. No se lo pierda, Mattia se acercó, me besó en la mejilla y me entregó un sobre con esta petición: “Eu gustaria que você abrisse e lesse seu contendo para todos” – ¡qué bien va hablando ya portugués mi niño grande!- Y decía: “pela portuguesa que conheci en Bari com o desejo de que ela é minha noiva”. Las felicitaciones no se hicieron esperar. En su interior encontré un precioso anillo de compromiso. Lágrimas como cera derretida surcaban mis mejillas. ¡Por Dios, qué momento! Serían Filipa y Stela quienes se encargasen de todo lujo de detalles, hasta de darme la gran sorpresa del momento: las entradas para ContemPOPránea Star de Olivenza con mi churri, hotel incluido, donde una vez más gocé con Sidonie, Fönal y Paradise Key. Gracias, Agustín, tu buen hacer deviene éxito allá donde fueres; que se pregunte la Villa por qué.

Respecto a ésta permita que yo también sueñe, aunque despierta. Sin duda superamos a mi querido compatriota Saramago en su tratado sobre la ceguera, pareciese como si fuese predemocrática, donde se reclutase a la gente en base a su afinidad con el líder; mientras, muchos “las machan” (término muy utilizado por usted); y no faltan quienes quisieran contribuir con su presencia a prolongar esta sequía institucional. Y “volviendo la burra al trigo”, hasta de parapeto sirve, “el lamentable estado en que se encuentra el municipio”. ¡Total no lleva tiempo soportando comediantes! Y que le han pedido personalmente la dimisión “in the Street”; y dónde no, también en los plenos, en la revista, en la página. Gracias deben dar al carácter lugareño de que no haya ocurrido nada aún. No lo olvide, si están actuando es sólo porque la bomba les va a estallar en sus manos. Y respecto a actitudes, de siempre toda revolución se gestó con personas concienciadas, sumándose después las convencidas, pero jamás faltaron los perroflautas que critican tanto la labor de los primeros como la  actitud de los segundos. ¡Ni caso! Si hubiera que avanzar con ellos, alguien tendría que estar aún desempeñando la labor del Sr. Felipe, “el Aguaó”, acarreando el agua desde la fuente El Caño, como en su día me relatase. Si analiza nuestra trayectoria política encontrará que las formas siempre han sido rudas, sin ideas claras, despreciando al contrario y repitiendo hasta la saciedad las consignas del gerifalte caído. Y de toda la hecatombe no sólo él es responsable, quienes lo hemos aceptado, el pueblo que votaba apostando una vez más por él y su guirigay, hoy desaguisado ruinoso, y para algunos de nosotros, escena kafkiana, también. Nos queda la valiente triatleta Gemio, los buenos caldos Encina, la CPOP de Agustín vagando por doquier y demás singularidades dignas de todo elogio.

“Mattia, siempre he pensado que eres demasiado guapo para una chica como yo; la primera vez que me mostré desnuda para ti, en Bari – ¿lo recuerdas?- llegué a pasar vergüenza; no podía creerme que hombre tan apuesto, bello, cuidado, quisiera rollo conmigo”. “Boba”, como se diz para Filipa em español, ¿pensi che io sia con te per via del fisico?”, y me estrechó dulcemente entre sus brazos. “Durma, menina bonita portuguesa, que me ajudou a dar este salto no vazio; o dia tem sido difícil”. ¿No es bonito? Lo he comentado con papá y está de acuerdo, en lugar de vivir yo en Évora y él en Lagar, solo y descuidado, y mediando sólo cuarenta kilómetros de distancia, arreglamos “Quinta das Azeitonas”, heredad de los abuelos y residiremos aquí, en Redondo. ¡Qué feliz me hace pensar que el mismo sol nos caliente y la misma luna nos cobije!

Me enrollo, me enrollo y tengo a Filipa esperando para supervisar las cuentas de la Adega. Con pena le dejo, pero no se queje, le tengo al día de todo: estudios, proyectos, familia, chorbi; no sin antes confesarle que le eché mucho de menos en el acto académico. Jamás recibirá mi olvido, nunca le faltará mi cariño, por todo el bien que me ha hecho. Sr. Ramiro, lo que siento por usted me embarga: respeto, admiración, confianza. Muak, muak, de quién si no, de su Rosita, La Portuguesa.

P.D. Ni siquiera me nombró a “La Trula”, su amor; por favor, ¡eu quero saber sobre ela! ¿Qué tal le va? ¿Se entienden? Ah, y también de su próstata.