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Pleno tenso en el que nadie tomó posesión y abre incógnitas sobre el futuro del gobierno local

En un pleno ordinario muy esperado porque uno de los puntos del orden del día era la “toma de posesión de nuevos concejales”, para lo cual durante toda la semana la alcaldesa Marisa Murillo y el ex alcalde habían tratado de convencer infructuosamente a algunos de los de la candidatura para sustituir a los dimitidos, al final ninguno asistió y Murillo, sin despeinarse y leyendo lo que le escribe el gerifalte, argumentó que “se aplaza la toma de posesión por motivos organizativos”.

Hubo tensión porque la alcaldesa tampoco respondió esta vez a las preguntas sobre temas económicos presentadas por el grupo Ipal en el pleno ordinario de marzo, hacía justo 4 meses, argumentando “no haber tenido tiempo para preparar la documentación”. Esto que ya es una costumbre atenta no solo contra las normas democráticas, sino también contra la propia Ley de Bases de Régimen Local, lo que debe ir a los juzgados para acabar de una vez con tanta indecencia e ilegalidad, porque está demostrado que en la Fiscalía no siguen las denuncias adelante.

Manuel Gutiérrez agradeció las explicaciones de esta semana de Sandra Maya que actuó con transparencia, lo que no hizo la alcaldesa ni le pidió el secretario, porque deberían haberle explicado a la joven concejala que tenía que haber mandado antes del pleno anterior los documentos que mostró ayer públicamente y se habría ahorrado un disgusto. Esto es señal de que solo la quieren para que levante la mano y vote, cuando es una edil respetuosa que jamás ha mostrado intolerancia ni sectarismo como el resto. Además, Murillo ni siquiera dejó hablar a Gutiérrez y le interrumpió una y otra vez cuando quería mostrar su reconocimiento a la actitud de Sandra Maya.

Juan Carlos Prieto, único edil que permanece en el PSOE, tras la expulsión del resto del grupo de gobierno, presentó dos mociones, una relativa a aprovechar las energías renovables para ahorrar en el mantenimiento de edificios municipales y otra para un aprovechamiento efectivo de los Baldíos de Alburquerque, 7.500 hectáreas a la que, aseguró Prieto, apenas se le saca rendimiento por una mala gestión. Recordemos que, actualmente, los ingresos por los Baldíos están embargados por una entidad bancaria y que falta poco para que empecemos todos los vecinos y no vecinos a pagar la basura, dejándonos a los alburquerqueños sin ningún beneficio de unas tierras que son de todos.

Por su parte Ipal pidió la convocatoria de un pleno extraordinario para tratar de los impagos a los trabajadores, a los que ya se adeudan 8 nóminas, las deudas con las empresas, las pérdidas de subvenciones, los embargos, etc. El grupo de gobierno la rechazó con el argumento por parte de Murillo de que existe un “problema de liquidez desde enero para acá que tiene que ver con el abuso de una empresa –en referencia a la UTE Aguas de Alburquerque, a la que el consistorio adeuda cerca de un millón de euros- a la hora de cobrar”. Esta empresa ha recurrido a los tribunales para poder cobrar la deuda y provocado reiterados embargos. Esta moción fue rechazada por los cinco ediles de la mayoría de no adscritos, actualmente empatados en número con los de la oposición.

Una vez más, la alcaldesa, sin pestañear ni siquiera, vuelve a mentir diciendo que hay problemas de impagos desde el pasado mes de enero cuando llevan así más de dos años, y encima echa la culpa a una empresa a la que no le deben haber pagado jamás ni un euro, cuando antes le echaban la culpa a la subida del salario mínimo o a lo primero que se le ocurriera al que realmente nos gobierna, sin otro interés que seguir en la poltrona sin buscarse la vida, o aprovechándose de los años que fue alcalde.

Ipal insistió en otra moción en la dimisión en bloque de toda la corporación para que otros organismos se hicieran cargo del ayuntamiento y establecieran los ajustes necesarios para llegar en mejores condiciones a las próximas elecciones de 2023. La alcaldesa dijo que se tendría en cuenta.

Al finalizar el pleno, y pese a no haber existido una convocatoria por parte de nadie, un buen número de personas esperaban en la puerta, dado que no se les dejó entrar porque la alcaldesa volvió a denegar la entrada de público, y aplaudieron a los ediles de Ipal y al del PSOE, mientras abuchearon y pidieron la dimisión de los del gobierno.

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Portada: Sandra Maya, la concejala del gobierno con más dignidad y transparencia, abandona la primera la sesión al acabar el pleno.

Foto 2: Murillo se pone las gafas para leer las respuestas que Vadillo le dicta en todos los plenos.

Foto 3: Juan Carlos Prieto presentando sus mociones.

Foto 4: Gutiérrez, al que Murillo se negó a responder a las preguntas presentadas hace 4 meses.