En el mes de octubre de 2019, en la tercera vez que resucitaba a ORPO en una comparecencia en el hotel Machaco que recogieron todos los medios de comunicación, Ángel Vadillo ya habló de lo mismo que anunció el lunes, en concreto convertir su marca de ORPO en una asociación que, dijo textualmente, “será el futuro de Alburquerque, independientemente de los políticos». Añadió aquel día, delante de Murillo y Cipriano Robles que le acompañaron, que serviría para la «defensa de los intereses sociales, empresariales y políticos» de la localidad y «será vital para ayudar a la gente desde otro ámbito que no sea la alcaldía».
Ahora ya no dice que va a convertir ORPO en una asociación sino en un partido político, pero que va a crear otra asociación. No olvidemos que recientemente escribió a la Delegación del Gobierno hablando en nombre de un llamado “Colectivo Vecinal de Alburquerque”, para impedir que fuera gente al pleno.
El ex alcalde, a quien Murillo ha dado plenos poderes para hacer y deshacer en el ayuntamiento a su antojo, dijo que ya estaba preparándolo todo para crear esa asociación en la que iba a convertir a ORPO y que sería una versión light de aquella ONG que prometió en 2012 y que cambiaría por completo Alburquerque, dado que sacaría 10 millones de euros cada año, habría trabajo para todo el pueblo y se harían unas inversiones fabulosas.
Evidentemente, no dijo ni entonces ni ahora de dónde va a financiarse esa asociación, pero sí que la haría realidad para un “gran futuro”. Aquello lo olvidó como tantas y tantas promesas, tantos y tantos proyectos falsos y tantas ilusiones generadas sin escrúpulo alguno en gentes necesitadas de trabajo, viviendas o bienestar. Todo para seguir engañando a los vecinos y mantenerse en el poder, su único objetivo.
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Portada: Noticia en el HOY de cuando Vadillo anunció a bombo y platillo que ORPO se convertía en asociación.
Foto 2. La misma noticia ofrecida por la revista oficial municipal Baylío.