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Cartas emponzoñadas (IX)

ANTONIO L. RUBIO BERNAL

Puerto de Albahacar, finiquitando febrero, 2021

Rosita, un auténtico placer saludarte; como diría mi difunta esposa: “ambiciosa bachiller”, hoy ya convertida en “doctorando”; sí, porque el “lenguaje inclusivo” no es lo mío. ¡Dan cada patá al diccionario de la RAE que le arrancan seis u ocho páginas de golpe!; para al final resultar ser un discurso enrevesado.

Por aquí estamos como a principios de primavera. Era hora, que algo, por fin, resultase bueno por estos lares; sí, porque el precio del ganado está por los suelos y el pienso por las nubes. Tú que dominas los números, cómo se cuadra esto. Mej0r que coman yerba, ¿verdad? Sin las PAC dejaremos los campos, para satisfacción de los animalistas, a las sabandijas. Y entonces valorarán lo nuestro y no habrá más remedio que volver a lo de antes.

¿Cómo anda toó pa’í? Yo sigo viviendo en lugar equivocado en el momento más   inoportuno, menos mal que me queda el cuchitril y las visitas con mi hijo a la  heredad. El otro día cogí hasta mi manojito de espárragos en la sierra; y mis poleos en el regato para una sopita y un gazpacho con huevo duro; sólo para mí, claro, pues mi nuera enseguida, según los vio, que dónde iba con aquellos hierbajos, que eran una asquerosidad, que ella no cocinaba con aquello… Mi hijo, como siempre, a su voz. ¡Ya le hubiese gustado a ella probar “las maravillas” que hacía con ellos Angelita, la del maestro Kiko Gómez, más que prima hermana de Luisa, La Bernala! Y no quiero referirte las buenas sopas de tomate; daba gusto regalarle unos poquitos; enseguida, a cambio, te traía un azafate.

Sin rodeos; imagino que conocerás la “bona nova”, ¿verdad? Lo único que objeto es que llevan muy poco tiempo saliendo como para emprender algo tan serio juntos, máxime sabiendo cómo se las gastas mi nieto, y lo caprichoso que es. Una criatura requiere mucho compromiso en la pareja; pero bueno, ellos verán. A mi nuera le ha dado un yuyo; perdió la voz, sólo abre la boca con mi hijo a solas en el comedor, cual confesionario, y vuelta la burra al trigo, que cómo ha sido posible, que si no se plantean otra opción, que si llevan cuatro días, que si recuerda lo del hijo de mengano; en fin, imagínatela; ella, tan poseída y redicha, que tanta ilusión tenía en acompañar a su hijito del alma al altar de Carrión, de madrina, portando mantilla y peineta, con la novia toda vestida de blanco… pues nuestro gozo en un pozo. En mi época los del “sindicato las prisas” (sí, así se les llamaba a los que accedían a la carne, pecaban y tenían descendencia) se casaban por la noche, cuando nadie los viese, la novia de negro, sin acompañante alguno en la iglesia salvo los padres de ambos, en señal de compromiso; y tras la ceremonia, cada uno a su casa. Estos no sé siquiera si se casarán. A ti sí te lo comento: él llega a casa callao, siempre rascándose la cabeza, sin ganas de comer (¡mira que es raro; él, que de siempre devoró las piedras!), y a ella ni la nombra.

Sentí mucho lo de tu padre; según la radio el virus este le pega más fuerte a los  que fuman y tu padre le daba de lo lindo, siempre con su Portugués Suave en la boca. Ojalá se recupere pronto. Aquí la cosa está más tranquila, pero no se puede bajar la guardia, este bicho tiene siete vidas, como los gatos, y va ahora por la tercera; esperemos no llegue la cuarta después de Semana Santa; el ser humano es tan tonto que no creas que se frena tan fácilmente.

De Puerto lo que sé es por la RAC (que se ha echao pa’lante; mejó) y La Proterva: Está toó mangas por hombro; deviene, con pesar lo digo, desastre, desventura y perdición; y toó el mundo, como en mi casa, callao. USO convocó pa ’ayer una mani en el “Cerco del Regaño” para protestar contra este cabildo malqueda y cantamañanas. La Acctal, desaparecida entre nosotros, y, pa ’postre, chupando ahora de nuestra teta consistorial; los concejales, a la orden, chitón; el “Fortín del Luna”, el día menos pensao, cayó; el “Paseo de las Delicias”, como para celebrar los jóvenes la COP; el “Metro Goldwyn Mayer”, al raso como en verano; la guardería cerrada porque al estar sin blanca, la culpa es de la Covid; y las calles, como las del Oeste, pronto tendremos que contratar un seguro privado si queremos salir de casa y transitar por ellas. Bueno, y los trabajadores de “La Mansión del Silencio” sin ver una joía perra y  con más vuelo que una bata cola. ¡Qué desfachatez! Víctor y Gutiérrez pidiendo la intervención; otros, por el contrario, defendiendo el no.

Rosita, hija mía, tengo que decírtelo y me da por saco; no es por fallarte pero mi nuera le espetó el otro día en la calle Calsá al “vástago castrista” que a casa no trajese ni una revista más tuya. Ya ves qué culpa tendrás tú en toda esta película, pero hija mía, es así, de armas tomá. Cuando llegué sólo había una, pregunté al susodicho y me lo refirió. Que te lo digo yo, que te ha cogido ojeriza; y con esto de poder ser abuela, lacabose.

Apenao te dejo, no está el horno pa’ bollos. Recordando al manriqueño, “cualquier tiempo pasado fue mejor”. A ver si puedes venir pronto y hablamos; acordarme lo hago a diario, incluso rezo por ti, para que no te pase nada. Con todo mi cariño, adiós, Rosita; ojalá reciba una carta tuya pronto. Un besito fuerte de Ramiro. Como tú, Muak!

Monsaraz, final de fevereiro, 2021

Hola, Sr. Ramiro.

Le he notado un pelín cabizbajo, pero expresivo; vamos, ¡alcanzando nivel!, con lo que a usted le gusta “la lengua de Cervantes”. ¡Arriba, hombre, não há mal que dure cem anos ou corpo que possa suportar! Conformémonos con lo que la Naturaleza ofrece, todo precioso; unas vistas estupendas, tudo verde até Reguengos, y como dijese D. Miguel de Unamuno en su novela Niebla, “la función más noble de los objetos es la de ser contemplados”. Eso ocurre en esta bella villa, digna de ser descubierta, más en primavera, y menos recomendable para vivir un otoño/invierno, que al ser tan pequeñita, pocos son sus vecinos y mucho su chinchorreo. A propósito, ¿desaparecer la PAC? No sé, sería terrible; pero sí, la Política Agraria Común 21/27 será diferente y con menos fondos (10%), por más que le llamen “recursos naturales y medioambientales”. A propósito de los deleites, las sopas de poleos (“a sorda”, dizemos aqui) los probé alguna vez que otra en casa de mi ex amiga Mabel; y las de tomate las comía acá, en Portugal, cuando venía en verano. Nós somos “rayanos”. ¡Aquel olor que emanaban a comino o hierbabuena, como los mojitos… inolvidable!

¿Del “bombazo”?, al loro desde el primer instante que ella abrió la boca para anunciar sus “faltas”; su preñez ha traído morbo, pero servidora no ha vertido ni un solo comentario o pregunta. Não cabe a mim avaliar seu comportamento. Además, burlarse o ridiculizar a los demás, aparte de mediocre, deviene ruin. Espero, y deseo, tomen la decisión que más les convenga; les conozco bien, tanto la tozudez de su nieto y como el coraje de Mabel. Lo que me extraña es el silencio que usted me refiere; ¿él?, quien siempre quiso llevar razón porque “ele sabia muito bem como fazer todas as coisas”.

¿De mi padre? Ahí va recuperándose; salió de UCI. Buen susto nos ha dado, tanto a mí como a mi tía Caterina y mi prima Filipa. ¿Poliana? Ni se ha dignado en llamarme. Yo sí lo hice, pero como me dijo que no era menester mi información, que ella tenía un amigo médico que la tenía al corriente, pues anda y que le den. Con licença, esta mujer me crea ansiedad y comienzo a tener problemas de insomnio; outra tarde adormeci na Adega. El tiempo se me hace larguísimo; ¿por qué será que transcurre antes cuando se es feliz? Pero esté tranquilo, de bajar la guardia nada de nada hasta que no me vacune; eso sí, mi coquetería debe ser cuidada. Hoy fui a la peluquería, con cita previa, y me he puesto mechas californianas, que me favorecen e iluminan el cabello más que las tricotadas que había llevado siempre. ¡Eu tenho que gostar de homem, Sr. Ramiro; eu tenho a idade disso! Es broma; simplemente quiero estar favorecida para cuando papá salga.

Con los años florecen las manías. Pareciese como si nuestros gerifaltes y secuaces quisiesen llevar la Villa de nuevo a la época reflejada en las películas de Paco Martínez Soria. Igual que Franco tuvo la España que no quería contar, ellos tienen el Alburquerque que no quieren que se dé a conocer, el anclado, sin progreso, subyugado y sin futuro. Si bien yo me limito a ofrecerle mi personal versión de las desidias y desatenciones de los gobernantes locales que, con vocación de perseverar en el tiempo, porque en ello va la papandoria, nos hemos dado; usted, como siempre, ha vuelto a su singular terminología. ¡Me encanta! Me llegan noticias de que todo está manga por hombros. ¡Qué pena! ¿Cómo puede haber regentes con tanta desfachatez, y regentados, hablando en plata, queriéndose tan poco? ¿Se sigue estilando aquello tan enraizado allí de “hacerse el longuis”, mirando las cornisas o balcones para evitar expresar al otro… adiós, porque no sea partidario del baranda? Esperamos que Gutiérrez e seu povo cheguem o mais rápido possivel e um novo horizonte se abra diante de nós.

Me queda pasmada con que su nuera no quiere que Negrete deje mis revistas en su casa. No sé si ojeriza, antipatía o rabia, pero lo que sí es cierto es que no me puede ver ni en pintura, pero bueno, como dijo el cantante: “con la desnudez de nuestros cuerpos se dibuja el sentimiento en honor a la verdad”. Allá ella; hablaré con “l’enfant terrible”.

            Debo dejarle; he quedado con un comercial y hay asuntos espinosos que tratar. Este año la Adega ha dado pérdidas. ¡Vai ver quando meu pai souber os números!, un síncope le da. Cuídese. ¡Qué ganitas tengo de verle! Muak!, “su” Rosita, La Portuguesa.