Murillo volvió a mostrar su actitud antidemocrática, intolerable y volvió a evidenciar que esta situación solo la arreglan los jueces y la justicia, a la que está tentando y burlando como hiciera su antecesor y quien la gobierna a ella. Esta vez salió por peteneras al responder lo que le vino en gana sin ceñirse en muchos casos a las preguntas que, por ley, tenía que haber respondido hace un mes, y dejó sin contestar, porque no le dio la gana, a dos asuntos vergonzosos que demuestran no solo su sectarismo, sino también su nula conciencia social.
Ya tendremos tiempo de analizar la sesión de anoche en la que la alcaldesa no quiso responder a dos preguntas del mes pasado y levantó la sesión, a pesar de que incluso el secretario –menos mal- esta vez vino a confirmar que Murillo tenía que haber dado respuesta a esas dos cuestiones relacionadas con Adifisa, una asociación perseguida y marginada tanto por el anterior alcalde como por esta “alcaldesa”.
Hace ya tres años que el actual Centro de Atención Temprana de esta asociación quedó pequeño y está a la espera de que concluyan los trámites del ayuntamiento para ampliar su oferta con unas instalaciones nuevas y estamos hablando de recibir a más niños que necesitan algún tipo de atención temprana y personas de todas las edades que requieren un tratamiento para mejorar su calidad de vida. Pues bien, Murillo lleva año y medio negándose a recibir a la presidenta de Adifisa y a la directora del centro ni da permiso para este nuevo centro. Además, esta asociación solicitó hace un año la autorización para instalar un corazón solidario en el pueblo para que las personas que así lo deseen -y esto a los niños les encanta- puedan dejar en el interior sus tapones, cuya venta Adifisa destina a ayudar a pequeños necesitados de solidaridad. Ni siquiera ha obtenido contestación del ayuntamiento, que no le da permiso para colocar ese corazón solidario.
Y a propósito de estos dos asuntos iban las dos preguntas de Ipal, presentadas hace un mes, y que Murillo se negó a contestar anoche. Será porque realmente no sabía qué decir, porque en este caso no podría echarle la culpa al Covid, o porque quizá esto sí le dé un poquito de vergüenza.
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Portada: Profesionales de Adifisa con niños del Centro de Atención Temprana.
Foto 2: Mercedes Bernal, presidenta de Adifisa, Belén Rodríguez, directora del Centro de Atención Temprana que tiene esta asociación e Isabel Gemio.