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Nueva entrega de El habla alburquerqueña: respalijón, resensio, refilaera, revenío, roña…

Publicamos hoy en este atípico día de la Virgen de Carrión una nueva entrega del trabajo de investigación de Eugenio López Cano sobre los usos y vocablos utilizados en Alburquerque antiguamente, la mayoría de ellos ya perdidos. En esta ocasión reproducimos las palabras que empiezan por la letra R.

Se decía rabo lagartija para referirse a un muchacho muy inquieto y darle de respalijón era un roce violento con algo; el resensio era la brisa húmeda y fría; el refaladero un lugar para resbalar, como el de la ladera sur del castillo donde tantas y tantas generaciones de alburquerqueños han jugado; una refilaera era una fila larga de personas o cosas y si decía que algo te daba repelú era que te causaba estremecimiento.

Los niños de antaño jugaban a “rescatá” y un retortijón un movimiento doloroso de tripa. Este dulce está revenío se comentaba para referirse a que estaba ablandado y el reventaferia era el día posterior al último de feria.

¿Quién sabe lo que era un ringurrango o hacer el risorio?

Una rola era y es una tórtola, porque se trata de una palabra portuguesa; la roña era la suciedad (también llamada cascarrias) y un roñoso era un tacaño.

Estas y otras muchas palabras pueden encontrarlas en la sección CULTURA de esta edición digital, donde estamos publicando el diccionario alburquerqueño entero y ya vamos por la letra R.

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Foto: Aprovechando que estamos en el día de la patrona, publicamos esta fotografía cedida por María Pírez de la virgen de Carrión en una visita al pueblo por la calleja.