Pulsa «Intro» para saltar al contenido

El ayuntamiento tendrá manga ancha para no pagar las nóminas si fracasa la manifestación

La manifestación de mañana va a ser una prueba de fuego para ver el grado de “valentía” de los funcionarios y trabajadores municipales y el grado de empatía y solidaridad del resto de vecinos de Alburquerque. Ya sabemos que muchos alburquerqueños opinan que, si no dan la cara los afectados, por qué van a hacerlo ellos, pero con que solo asistiera uno de los trabajadores a quienes el ayuntamiento está robando su derecho a cobrar el dinero que es suyo, ya tendríamos que asistir por solidaridad con éste que da un paso al frente. Sería muy triste encontrarse solo a pesar de haberse atrevido a ejercer su dignidad y exigir sus derechos laborales.

En este sentido, quienes deberían también estar en la plaza mañana son aquellos cuyos negocios dependen en parte de los trabajadores municipales, porque no olvidemos que deben ser cerca de 300 las familias afectadas por los impagos, y si estos no tienen dinero para comprar artículos, o para consumir en los bares, en realidad también se está perjudicando al sector servicios.

Y finalmente estamos los que tenemos un sueldo cada fin de mes y no dependemos para nada del ayuntamiento, pero que tenemos un compromiso con Alburquerque y queremos un pueblo mejor, y eso pasa por ser solidarios, por ser libres, y demostrarlo asistiendo mañana a la concentración…

Es evidente que nuestros gobernantes locales, que ni siquiera han tenido palabras de aliento hacia las familias que están pasando por momentos críticos, están esperando que fracase la convocatoria y piensan que van a juntarse en la plaza de España 30 o 40 personas. Para Murillo, para Vadillo, para quienes han destrozado y arruinado impunemente este pueblo nuestro, sería un triunfo y un alivio si se juntan “cuatro pelagatos”, y sobre todo, si no van apenas trabajadores municipales.  Pero, ojo, la presencia de estos podría acarrearles alguna represalia, aunque como están las cosas poco pueden esperar de un ayuntamiento que posiblemente sea intervenido por Hacienda, pero su ausencia sí que tendría consecuencias graves para los contratados. El motivo es sencillo: la alcaldesa, el alcalde y el gobierno local pensarían que los trabajadores se conforman con la situación que viven, que aguantan mecha y sin cobrar durante meses. Y entonces no se verían obligados a cambiar. Todo lo contrario, tendrían manga ancha para pagar los sueldos cuando a ellos les venga en gana…

____________

Foto: Murillo y Vadillo camino del banco Santander cuando estaba en la avenida Aurelio Cabrera, siendo ella ya alcaldesa. Foto que publicamos en su día en la edición impresa, junto con otra en la que ella esperaba en la puerta del banco mientras él entraba.