La alcaldesa Marisa Murillo ha comparecido esta mañana ante todos los medios menos el nuestro, como siempre, no sea que le fuéramos a preguntar ejerciendo así lo que es periodismo auténtico. Y, por si alguien tenía alguna duda de si iba a referirse a la manifestación convocada por los trabajadores municipales, como debía ser normal, Murillo no ha dicho ni una sola palabra sobre algo que ha sido noticia incluso en los principales medios de comunicación regionales.
Y no solo debería haber comentado algo sobre este asunto, sino que habría sido una muestra de solidaridad y empatía con todas las familias afectadas, porque habrá personas a las que no les haga falta el sueldo a final de mes, como afirman algunas, pero otras sí lo necesitan con urgencia. Ni una sola palabra de tranquilidad hacia estas familias por parte de quienes se dicen socialistas y se consideran sensibles con las clases humildes.
Murillo habló de abrir el gimnasio, el pabellón, la casa de cultura, el centro ocupacional, la oficina de turismo, ampliar las visitas a las residencias, todos ellos servicios en los que los trabajadores llevan al menos dos meses sin ver ni un céntimo… Ni una palabra de esperanza para ellos. Pero es que su jefe y mentor, quien realmente manda, sigue con su retahíla de coronavirus, con acceso a información a la que no tiene derecho legal, pero tampoco dice ni una sola palabra de aliento para los trabajadores que lo están pasando mal.
El caso es que compareció esta mañana y ni una sola mención hacia el principal asunto informativo de actualidad. Desconocemos si los compañeros que asistieron a la “rueda de prensa”, le preguntaron por este asunto, algo que nosotros como es normal habríamos hecho, pero suponemos que por temor a encontrarse con una respuesta como la que le dio a Agustín Fuentes, locutor de la RCA cuando se atrevió a preguntar, nadie habrá osado a hacerle un par de simples cuestiones: ¿Qué opina de la manifestación convocada por los trabajadores municipales? ¿Cuándo piensan pagarles sus salarios?