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REFLEXIÓN DOMINICAL. No cunda el pánico

ANTONIO L. RUBIO BERNAL

Tal como anunciamos, cedemos este espacio a una entrevista con nuestro colaborador Antonio Rubio (A) y el imaginario, querido y célebre Ramiro (RA) sobre la actualidad de nuestro pueblo. Un saludito a los dos.

Redacción (RE).- Llevamos tiempo sin saber de ti, Ramiro; estarás de enhorabuena; por fin con tu libro, ¿no?

RA.- ¡Hola, puertoalbahaqueños! Pues sí, se empeñó mi preceptor y cuando el tonto coge la linde… En boca de muchos estamos por “Puerto de Albahacar”. Nune aut nunquam, como dirían los latinos: “ahora o nunca”, debió pensar.

A.- Claro, cómo no, la culpa siempre mía; pues también tú decidiste publicar tus cavilaciones valiéndote de estratagemas, y cucha: yo, mientras, muti.

RA.- Hombre, los hechos eran evidentes. Esta época pasará a la historia de Puerto como la del disparate, del esperpento, del despropósito, del adefesio, de la extravagancia, en la que las techumbres, con el aire, vuelan, y donde caigan se las deja reposar un largo periodo de tiempo para así ayudar a refrigerar las aguas que a buen cubierto debiesen estar, pues climatizada fue y piscina queda. Con pena para algunos, pasó la época de nada es sacrificio ante la alteza de lograr tan sublime ideal como es el mando único para regir los destinos del pueblo, que miren por dónde nos han llevado y dónde, desgraciadamente, nos encontramos, y lo peor, sine die. Perlas del populismo.

RE.- ¡Bueno, bueno, para ya! ¡Por Dios, este hombre! Y no hemos hecho sino empezar. A ver, ¿qué pensáis vosotros sobre cómo se ha gestionado el coronavirus en el pueblo?

A.- Por las críticas leídas se ve que la gestión buena no ha sido. Máxime con un ciudadano portavoz encargado de emitir el parte diario –cual pretor alburquerqueño, como si aquí estuviésemos huérfanos de alcaldesa-, que lo mismo se erige en profeta del devenir de la pandemia que arremete contra las fuerzas del orden y su labor –eso sí, aparcando donde no debe-, mientras que la corregidora practica aquello que tanto le gusta y tan bien hace: “en boca cerrada no entran moscas”. ¿Y exigís información sobre la llegada de mascarillas, reparto sí o no…? Aquí eso no tiene cabida.

RA.- De sobra lo sabéis, pamplinas. Y el de “la gata” más. Aquí la vida se va en ocultar lo inocultable. Algunos pensamos que nuestros políticos locales debieran ser un problema para los ciudadanos por su falta de transparencia, honestidad y eficacia, y, sin embargo, la gente no es que tenga miedo, no, tiene auténtico horror a encararse con sus mandatarios y emitir una crítica. Al pueblo se le ha educado en el bello canto del chiguana. Si pías, pues que me entiendas, con diligencia sus secuaces te recomiendan que tengas cuidado y no hables de política precisamente aquí. ¡Te quié i ya! Hasta en un problema grave de salud pública les luce el pelo. Ya me diréis dónde podemos llegar si la regidora no corta de una vez por todas con su mentor y ejerce el cargo para el que fue elegida. Res non verba, “hechos, no palabras”. Lejos quedan los tiempos en que creerse dueño de la villa a huevos se le ponía, donde mantener cualquier postulado ideológico igual daba, pues el coro, en versión polifónica, con garantías cantaba aquello de “chiguana, chiguana, dispón, que harás lo que te dé la gana”.

RE.- Sabréis que corremos el riesgo de perder la subvención de Aepsa.

A.- Una auténtica pena, pero para cobrar del Estado antes habrá que cumplir con las obligaciones. Aquí, aparte de a proveedores, trabajadores y demás, se debe dinero a organismos como la Seguridad Social, Hacienda, etc. ¿Acaso habéis visto vosotros el certificado de estar al corriente de pago? Luego entonces, ¿qué quieres? ¿Lo momio? Pues, ajo y agua.

RAGloria in excelsis Deo. ¿Qué certificado? Si pronto tendremos menos papeles que una liebre encamá. Aquí, por desgracia, nunca hemos sido conscientes del secretismo reinante en las cuentas públicas municipales. ¿O es que acaso no merecemos una explicación de la situación alarmante de la casa matriz por impagos, insolvencia o dejadez en la gestión? ¡No fastidiéis! Acordaos, llegará, más pronto que tarde, el arrepentimiento por lo votado en tantas ocasiones y ya no tendrá remedio. Al menos yo lo tengo claro: por el egoísmo de unos cuantos, la incompetencia de otros y la desidia de una gran mayoría, esto ha ido de mal en peor. De moo que ahí tiene.

RE.- Parécese que tampoco tendremos ITV móvil este verano.

A.- Y pronto nos quedaremos sin agua corriente; si nos cortan la luz por impago y recurrimos al grupo, pronto nos vemos con barril o cantimplora, a gusto de cada cual.

RA.- Dicen nuestros vecinos portugueses “a boa fome nao existe pao duro”. Venga lo que sea, aquí hay espaldas. En este pueblo pasamos la vida escuchando que el vecindario se cansa y pide un cambio, y la realidad demuestra que ni lo uno ni lo otro. Su necesidad deviene en historias para no dormir, de cuando las palabras hacen reír o la lengua es más sufrida que el papel. Si esto es gobierno, yo soy rapabarbas. Claro que sin un duro, qué compromiso vamos a asumir. El de permanecer sentada en la poltrona.

RE.- Pero tendrá un fin, ¿no creéis? ¿Hasta cuándo sufriremos este “desgobierno”?

A.- Otro Alburquerque es posible, claro que sí, pero con vecinos valientes. IPAL, con Gutiérrez a la cabeza, está siéndolo; el PP, sin representación, y con Víctor, se está mojando. Luego, si estas son las premisas, a nosotros nos queda apoyarlos dando la cara y expresando, sin miedo, aquello que pensamos. Un buen ejemplo: Aparicio en sus cartas remitidas. Chapó por su valentía, gritando: “fuera bozales”. Ese es el camino del vecindario para que los resultados de las próximas elecciones sean otros. Que sea su partido (PSOE) quien meta mano, aguarda la espera; tomara aclararse en el (des) gobierno de España, como para deparar en tan pequeña villa.

RA.- Siempre con repúblicas baratarias. ¡Incautos!, eso es lo que sois. Que lo tengáis claro: la falta de transparencia en la vida pública, la falta de beligerancia con el discrepante, la falta de respeto a la oposición, la falta de recuperación de la imagen pública de la villa, todas las “faltas” juntas, campan alegremente, y sin viso de cambio. Ojalá fuese como Antonio anhela, pero aquí en Puerto hace años que se lleva prefiriendo la persona antes que las ideas o proyectos; la ineficacia y la bancarrota antes que no una gestión económica seria y eficaz. Y permitidme, no está la orilla para sembrar esperanzas, pues un año ha transcurrido desde las últimas elecciones y qué tenemos; decidme, qué tenemos, salvo que al mentor no me lo toquen, líos judiciales, ni un euro en caja, deudas a go go, impuestos al alza, la reina del chimpuneo perdida; todo menos progreso socioeconómico. ¿Para esto la votaron? Con estas luces, fuera candiles.

RE.- ¿Qué opináis del hecho de celebrar Plenos solicitados por la oposición para que se den explicaciones y o bien no las den o bien la alcaldesa levante la sesión cuando le dé la real gana?

A.- Pues una desfachatez más, aparte de un incumplimiento de la legalidad.

RA.- ¡Esa actitud demuestra insolencia! Pareciese como si desde hace años viviésemos en una zona intransitable de fango y dunas, con mandatarios erigidos por encima de los derechos de los gobernados. Cada día estoy más convencido de que el tiempo se acorta para que nuestros mandamases locales, por su falta de transparencia, de eficacia y de honestidad, sean un problema para el vecindario, y no la solución. Siempre lo proclamo, pero nunca llega: ¡se acerca el día del apocalipsis local, del peo municipal con voladura aérea! La bancarrota está aquí; ya no vale aquello de “esto pongo, aquello quito”, porque no habrá ni esto ni aquello para cuadrar las cuentas de la vieja.

RE.- ¿Sois conscientes de que pregonan por ahí que la tenéis tomada con la alcaldesa?

A.- Aquí, tristemente, se llama obsesión a lo que es puro y desinteresado amor y compromiso con el pueblo que nos vio nacer. Si las cosas se hiciesen de otro modo, hablaríamos de otros asuntos; pero date una vuelta -y como bien ha referido Gutiérrez, visita lo que antaño algo fue, donde encontrarás lo que hoy es, porque de aquello nada queda: Guadarranque, Frailes Viejos, etc.-, y después me cuentas.

RA.- ¡Que no cunda el pánico! Dentro de nuestro desnorte, a alguien hay que culpar. Como comprenderéis, a estas alturas lo que digan, como que… ¡Anda jaleo, jaleo! Los lugareños siempre hemos sido muy dados a la guerra. Que deparen en aquellos que por desgracia han sentido miedo en su cuerpo por el control ejercido sobre su persona. Me rio yo de los cantamañanas que dicen: ¡Cuidadito, Ramiro padece puertofobia! ¡Nos jodió mayo con tantas flores! ¿Puertofobia? ¡BEM-VINDO, a lo que han montado! Una genuine independent banana republic. De eso se tenían que arrepentir. La crisis que se avecina va a ser de “cágate lorito”. Y si no, al tiempo. Claro que como aquí el clientelismo ha sido, y sigue siendo, moneda de cambio, cómo se van a preocupar de lo realmente importante, y sobre ello hablar, discutir, negociar y tratar de solucionar. No, prefieren decir que la tenemos tomada con ella. ¡Te quié i ya!

RE.- Y ahora a comer, ¿no? ¿Qué tenéis hoy?

A.- Lo que más le gusta a este tragón, “coles con buche”.

RA.- ¿Tragón me has llamado? Si tú eres un zampón. ¡No jodas que toca buche! ¿En serio? Oh, la la. La inigualable y única experiencia gastronómica en el mundo, la performance embuchada con henchidera, que por subir el colesterol muchos ni la prueban. Y después, hermano, un glasé de gin tonic con pepino y pimienta negra en El Rodeo, porfa, con mi amigo Felipe.