La primera jornada del Festival Medieval pasó con nota muy alta en cuanto a la asistencia de público, puesto que si bien por la mañana aún había poca gente en la Villa Adentro, donde se celebró el pregón, y el castillo aún no acogió a la multitud que se espera para ver el museo viviente, uno de los atractivos principales para los visitantes, por la noche, en la boda ya hubo un gentío, pero fue en las terrazas de los bares, en todo el centro de Alburquerque, donde el ambiente era impresionante.
El carretón del tío Antón, uno de los actos más veteranos, volvió a hacer reír a los espectadores, mientras que la boda y posterior baile cortesano, aun siendo una representación muy simple, tiene la belleza de los trajes, las parejas, la solemnidad… y siempre gusta mucho.
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Foto: Escena de la boda con algunos personajes de la corte.