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Ipal exige que el ex alcalde deje de incitar al odio y tiende la mano a Murillo

Ipal ha hecho público un comunicado en el que asegura que desde las elecciones se ha limitado a “prestar su total colaboración a la alcaldesa elegida por nuestros vecinos, ofreciendo nuestra mano tendida para llegar a acuerdos que deriven en beneficios para todos nuestros paisanos”. De esta forma, explica que “no han comparecido ni de forma presencial ni a través de notas de prensa durante los últimos meses y nos hemos ofrecido, incluso votando a favor en la investidura de la actual alcaldesa, como gesto de buena voluntad para llegar a acuerdos con el nuevo equipo de gobierno local”.

Sin embargo, añaden que el anterior alcalde, al que se le ha ofrecido el puesto de asesor municipal, “en dos comparecencias ha dedicado a verter falsedades, proferir insultos, amenazar a vecinos, a compañeros y a hacer listas de buenos y malos en función de los comentarios realizados por esto en las redes sociales” Ipal “no va a permitir estas amenazas y este señalamiento público y se solidariza con todos y cada uno de los referidos, amenazados e insultados durante esas ruedas de prensa del anterior alcalde, al que exigen que “pida disculpas públicas a todos los calumniados durante estas comparecencias y que cese en su actitud de una vez por todas”

Por otra parte, IPAL “condena enérgicamente que, al más puro estilo de regímenes totalitarios, se hayan colocado carteles insultando a muchos de estos vecinos de nuevo y a nuestro portavoz Manuel Gutiérrez, buscando el enfrentamiento entre los Alburquerqueños, incitando al odio y generando confrontaciones y tensión en la sociedad local”.

Asimismo, aclaran que no van a permitir que se califique “de extrema derecha a nuestro grupo y a muchos de sus miembros a los que hace partícipes de una supuesta conspiración del mal”. “Nuestro grupo –añade el escrito- es absolutamente heterogéneo, con personas de diferentes sensibilidades políticas, a los que lo único que se les exige para entrar en el grupo es amor por su pueblo y respeto por las ideas de los demás”.

Ipal ve en la actitud del ex alcalde una “huida hacia adelante tras dejar una deuda de 10.385.096,88 Euros, esto es, 1942 Euros por habitante, con un Ayuntamiento en bancarrota que no paga a sus trabajadores, que no paga a los proveedores ni a las empresas, que tiene que asumir costes como la nueva residencia para lo que no tiene dinero o que tiene que asumir la devolución del último préstamo de 3,6 millones de Euros desde Enero y que ya amenaza con un ERE a sus empleados”.

“Todo este espectáculo –insiste Ipal- no es más que una forma de encubrir el fracaso de su gestión, la vergüenza acumulada de quien deja un pueblo arruinado para muchas generaciones” y pide a la alcaldesa que “se ponga a gobernar, que deje de permitir que el anterior alcalde presida reuniones de sus órganos de gobierno, y que busque soluciones para los problemas de los vecinos”. En definitiva, añaden, “que corte el cordón umbilical con el anterior alcalde”.

Por último, siguen con “la mano tendida a Marisa Murillo, no solo por ella, o por nuestros votantes, si no por los más de dos mil Alburquerqueños que optaron por ella como alcaldesa, en la creencia de que podría mejorar el pueblo y que, para nosotros, merecen un gran respeto”.

“Entre todos tenemos que desterrar el insulto, el odio y el miedo como forma de hacer política. Entre todos debemos dejar de hablar de aquello que nos separa para intentar hablar de aquello que nos une, que es nuestro pueblo”.

Para leer el comunicado íntegro pinche en el siguiente enlace:

http://www.revistaazagala.org/wp-content/uploads/2019/08/NOTA-IPAL.pdf