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Víctor Píriz: enemigo público para unos, gran esperanza para otros

Por FRANCIS NEGRETE

¡Ha nacido un nuevo enemigo público! El diputado en el Congreso por Badajoz, Víctor Píriz, se ha convertido en el centro de las iras de los vadillistas, y no por sus opiniones, sino por su compromiso con la transparencia y su batería de iniciativas para sacar a la luz todas las irregularidades que se han cometido en nuestro ayuntamiento. Y, según comenta, esto acaba de empezar. Él, como un llanero solitario, se está atreviendo a hacer lo que no hizo el PSOE, pero tampoco el PP, partidos ambos que han tenido sobradas razones para ordenar a Hacienda intervenir el ayuntamiento, y al Tribunal de Cuentas investigar los dineros que han entrado y salido de las arcas municipales. Pero, inexplicablemente, ni uno ni otro han querido meterse en el “berenjenal” en el que sí está entrando de lleno este joven liberal, a nuestro juicio uno de los políticos con mayor proyección en Extremadura y uno de los grandes activos populares a nivel nacional. Y no estamos sobrados precisamente ahora de políticos de talla.

Cualquiera con dos dedos de frente que lea los furibundos ataques que le están lanzando en las redes sociales quienes antes arremetían contra el director de esta revista, ahora en retirada, comprenderá que la intención de Víctor Píriz está causando mucho temor no solo entre aquellos que se han beneficiado del régimen local, sino también entre quienes tienen cosas graves que ocultar.

Hasta ahora, el diputado número uno por Badajoz, ha pedido conocer el sistema de contratos del ayuntamiento con personas individuales, pero también con empresas que, a lo largo de estos años, han tenido una relación especial con el ayuntamiento. Píriz está buceando -y ojo que es un gran deportista- en las entrañas del sistema, lo que incluye los soportes vitales del régimen: los profesionales cuyas firmas han sido y siguen siendo necesarias para mantener a flote el barco que lleva tanto tiempo a la deriva, pero no acaba de hundirse.

Por el camino, llegará el momento en el que la actual alcaldesa tendrá que implicarse, porque su propia firma será necesaria para, como marca la ley de transparencia, mostrar documentos que su mentor, el exalcalde, ha tenido encerrados bajo siete llaves, y se ha negado a entregar. Pero hay otros papeles que ni siquiera le han pedido, por lo pronto, y esos queman en las manos. Y Murillo va a tener que entregarlos. Y ahí saltarán chispas…

Cuanto más tarden en saltar, peor para la alcaldesa y su gobierno, y peor para el pueblo, porque, aunque hay más de 2.000 vecinos a quienes les importan un bledo las oscuras gestiones del régimen que Píriz quiere esclarecer, somos más de 1.200 los que ansiamos conocer en qué demonios se ha gastado tanto dinero este ayuntamiento como para tener una deuda, según números oficiales, de alrededor de 10 millones de euros, cuando todas las obras están a medio terminar y el pueblo sigue abandonado, aunque se le lavara la cara en las semanas previas a las elecciones.

Es por ello que Víctor Píriz se ha convertido en el enemigo público del vadillismo, pero también en la gran esperanza de cientos y cientos de alburquerqueños, a quienes les escuchamos alabar a diario la determinante actitud de este joven diputado, al que, y no exageramos, muchos ven como el único “héroe” capaz de hacer saltar el sistema por los aires.

Un servidor, humilde director de una pequeña publicación independiente, ya colgó los bártulos, por aburrimiento y porque Alburquerque tiene lo que merece, pero él no va a abandonar, y a éste no le tienen a tiro, como a mí. ¡Adelante y gracias!

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FOTOS:

1- Víctor Píriz, interviniendo en el Congreso.

2-Llegando a meta en la media maratón de Alburquerque y recordando a su madre, la alburquerqueña Mari Carmen Maya.

3-Píriz está buceando en las entrañas del régimen vadillista.