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Raquel del Pozo llama al respeto mutuo y a la concordia

Intervención íntegra de RAQUEL DEL POZO, candidata de Ipal:

Buenas noches; soy Raquel del Pozo. Todos o la gran mayoría me conocéis. En primer lugar, daros las gracias por acompañarnos en nuestro primer acto. Para mí esto es nuevo. Sabéis que siempre he estado involucrada en casi todas las actividades de nuestro querido pueblo. Me gusta participar y colaborar en todo lo que sea bueno para nuestro pueblo y aportar mi granito de arena para todo lo que haga falta, siempre que sea por un buen fin.

Jamás me planteé meterme en política, pero aquí estoy. Los que me conocéis personalmente sabéis que no se me pone nada por delante; lo pienso y digo: “al lío”. Siempre lo hago porque me lo dicta el corazón y porque soy una persona activa y enamorada de Alburquerque. Por eso he decidido sumarme a este gran equipo de personas que formamos Ipal.

Todos lucharemos por tener a nuestro pueblo como se merece y no en la decadencia que vivimos. Decadencia, no solo me refiero a la dejadez física y al abandono de Alburquerque. Lo que más me duele es ver al pueblo dividido y enfrentado por la política, cuando lo mejor y más civilizado es respetarnos todos y mantener la amistad independientemente de nuestras ideas y opiniones que tengamos cada uno.

Me considero una persona muy sociable y, cuando estoy hablando con alguien, no pienso en si es de este bando o de otro, y así debería de seguir siendo, aunque haya gente que cambie de un día para otro, por estos motivos…

Como sabéis, he tenido la suerte de pertenecer a nuestro querido gran C.P. Alburquerque, gracias al cual he vivido una de mis mejores experiencias personales. Por el que luché, trabajé muchísimo, lloré, reí, le quité tiempo a mi familia, amigos y a mí misma. Pero jamás me arrepentiré, porque lo hice de corazón y sabía que era algo bueno para nuestros jóvenes y niños, que son nuestro futuro y por el que tenemos que luchar, y por eso estamos aquí…

Mi sorpresa ha sido el reconocimiento que se me ha hecho antes de ayer en la casa de cultura… Los que me conocéis y los que me acompañaron en esta estupenda andadura, sabéis que lo que se dijo no es cierto y me siento obligada por mí y por las personas que me acompañaron y me tienen afecto, a desmentir todo lo que se dijo sobre mí.

Pero no voy a entrar más en este juego porque no es mi forma de ser… Allá cada uno con su conciencia; la mía está muy tranquila y limpia.

Tengo mis defectos y cometo mis errores, pero también soy muy clara y no me gustan las mentiras, menos cuando son para hacer daño. La dignidad de una persona es lo más importante y la mía no me la van a quitar; al revés, si me atacan me hacen más fuerte.

Tengo la suerte de formar parte de este equipo de personas educada, honradas, respetuosas y comprometidas a trabajar por y para nuestro pueblo, los niños, jóvenes, no tan jóvenes y por nuestros mayores, a los que le debemos todos y se lo merecen todo.

Para ello, hace falta un cambio y, con nuestro trabajo y nuestro apoyo, todo será posible.

A respetarnos unos a los otros, sin ensuciar la dignidad de nadie.