Allá por el año 2013, nuestro alcalde habló de una obra extraordinaria consistente en hacer una calzada de pizarra y cemento desde las traseras del antiguo hotel las Alcabalas hasta el paraje conocido como el Prao. Era otra de sus promesas electorales. Incluso convocó a una reunión a las numerosas personas que tienen huertos y pequeñas propiedades en general en aquella zona para decirles que iba a quedar el camino perfecto para transitar, dado que se encontraba en una situación pésima.
Las obras empezaron en 2014 y se paralizaron para siempre justo después de las elecciones de 2015, cuando volvió a ganar Vadillo. Desde entonces, a lo largo de esta legislatura, de estos cuatro años, no se ha vuelto a poner ni una sola pizarra. No se ha hecho absolutamente nada.
El pasado viernes hicimos el recorrido a pie, con un reloj que marca las distancias. A lo largo de casi un año de obras se pavimentó un total de 385 metros del camino del Prao, y el total hasta alcanzar el lugar donde estaba previsto terminar mide dos kilómetros y 720 metros. La mayoría se encuentra en estado pésimo. Y, según nos cuentan, Ángel Vadillo está prometiendo ahora, antes de las elecciones de 2019, a los usuarios del camino que va a continuar la obra.
Este caso tiene un gran parecido con el del paseo de las Laderas, donde nuestro alcalde ha prometido una obra faraónica, también con parte de pizarra y cemento, pero también con unos hermosos adoquines. Una obra con la que cuenta con una subvención de 178.800 euros, casi toda esa cantidad para jornales. ¿Piensa alguien de verdad que va a terminarla?