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Nueva entrega de “El habla alburquerqueña”: changabaile, chochera, chapeta…

¡No vayas en chancleta, hijo! Muchos lectores habrán escuchado esa frase de sus madres o abuelas cuando han ido con los zapatos puestos, pero sin llevar calzado el talón. Eso es ir en chancleta. Se ha chafao la cerradura. Ese es un chocho la vela, o un changabaile, o un chichimanga, o un chirimbaina

Todavía se usa la expresión “cabeza de chorlito”, y en Alburquerque tenemos el famoso regato del “Chorlito”, donde nuestros mayores se bañaban en verano. El chorlito es un pájaro y la expresión “Ser un cabeza de chorlito” se usa para referirse a alguien con poca cabeza; pero no de volumen sino de inteligencia. Como decimos, el chorlito es un ave de cabeza pequeña en proporción con el resto de su cuerpo y que dispone de un cuello robusto y largas patas. A parte del tamaño, el chorlito se caracteriza por no ser un animal muy inteligente, ya que hace sus nidos a ras de suelo y deposita allí sus huevos, cosa que hace que otros animales puedan acceder a ellos con mucha facilidad.

También en Alburquerque y en otros lugares llamamos chicharras a las cigarras, changuta a la pierna derecha, y chinchote a un chinchón.

Entre otras muchas palabras que empiezan por la “ch” y que pueden leer en la sección CULTURA, dentro del trabajo de Eugenio López denominado El habla alburquerqueña, se encuentran chochera, chirimbolo, chengo, chapeta (¡Se le ha ido la chapeta!), etc.