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Brillante puesta en escena de la Escuela Municipal de Teatro sobre la violencia

Bajo la dirección de Joaquín Plata, el grupo Zamparipallos, formado por jóvenes y adultos de la Escuela Municipal de Teatro, representó la obra Acrimonia, un espectáculo en tono crítico como todos los que nos viene presentando Plata desde que accedió a trabajar en la casa de cultura “Luis Landero”.

Esta vez usó la desconocida palabra acrimonia, sinónimo de violencia, entendida como “el uso de la fuerza para conseguir un fin, especialmente para dominar a alguien o imponer algo”, para trazar una especie de tragicomedia coral con personajes que habían sufrido o sufren algún tipo de violencia. Así, por el escenario pasaron víctimas del terrorismo, de la guerra, de la violencia de género, de la violencia psíquica… Pero también de la violencia verbal, menos reconocible como tal, y utilizada desde el poder para mantenerlo, y eso lo tenemos muy cerca… Porque a veces no hay que irse a Alepo, ni a Sudamérica, ni otros lugares lejanos para ejercer la crítica sobre lo que sucede en esos lugares… A veces criticamos lo que nos cae lejos y miramos para otro lado en lo que tenemos a la vista…

El caso es que Joaquín Plata ha vuelto a hacer un montaje entretenido que hace pensar en que, como dice la sinopsis, “la violencia existe desde siempre, violencia para sobrevivir, para controlar el poder, para sublevarse contra la dominación, violencia física y psíquica” …

Por nuestros ojos pasaron escenas oscuras de luz y contenido, como la protagonizada por Teresa Vivas y Carmen Pocostales; monólogos dramáticos como los de Marta Coroba y Maribel Brígido; un diálogo entre tres adolescentes, Sara Enrique, Irene Fuentes María Jesús Becerra, sobre las tempranas muestras del machismo; pasajes desternillantes como los interpretados por Jorge Antonio Maya, Estefanía Iglesias, Gloria del Pozo, María Jesús González y Beni Acedo; o descubrimos a dos “genios” potenciales del teatro como Judith Pintor y Víctor Durán (¡ay, Matías Queroso, qué gran personaje) que nos hicieron pasar un rato entretenidísimo en la sala de espera de la consulta de un psicólogo, ambos traumatizados por la violencia verbal en las aulas.

Felicidades, Plata, felicidades, actores y actrices.